Alrededor de 5, 4 millones de personas mueren anualmente en el mundo por causa del consumo de tabaco y sus efectos negativos en la salud.
Los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) crearon el ‘Día Mundial Sin Tabaco’ en 1987.Desde aquel entonces esta iniciativa promueve impulsar políticas estatales que minimicen su consumo.
En el Ecudor en el año 2011 se prohibió fumar en espacios cerrados: discotecas, bares y más centros de diversión, explicó Carlos Velasco, presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea, tras la aprobación del proyecto que regula y controla el consumo de tabaco en el país.
Esta medida también aplica para lugares públicos como es el transporte y para lugares privados como son los espacios de recreación. Las zonas son declaradas ‘100% libres de humo’.
Cabe mencionar que en el Ecuador se registra apróximadamente 4 000 muertes al año asociadas al consumo de tabaco, señaló Andes.
Sin embargo, el consumo no solo afecta a la persona que fuma , sino al consumidor pasivo, es decir a la persona que vive en su entorno.
Para la OMS cerca de 600 mil personas mueren por respirar humo ajeno. La organización planteó que: “a menos que actuemos, la epidemia matará a más de 8 millones de personas cada año hacia 2030. Más del 80% de esas muertes evitables corresponderán a personas que viven en países de ingresos bajos y medianos”, señaló.
Los compuestos químicos del tabaco provocan problemas en la salud. Su consumo produce cáncer de garganta, problemas respiratorios y cardíacos, también genera adicción y dependencia.
En las mujeres su consumo acelera la menopausia, la osteoporosis y su ciclo menstrual se interrumpe.
Ante los problemas que genera el consumo de tabaco, las empresas proveedoras de este producto están obligadas a advertir a sus clientes sobre las consecuencias de su consumo.
Por lo tanto, no es raro observar en la cajetilla de cigarillos los siguientes mensajes: “Fumar destruye tu dentadura y tu boca“, “Fumar te causa impotencia sexual“, “Fumar te causa una muerte lenta y dolorosa” o “No permitas que el humo de tabaco intoxiquen a tus hijos“, estas y otras advertencias que se publicitan no han mermado la venta de este producto.