En una ceremonia especial, la Policía Metropolitana de Quito conmemoró 188 años de su fundación.
Esta legendaria institución, la más antigua de la ciudad, graduó en este acto a los nuevos uniformados que se incorporan a sus filas, reconoció a los elementos que han servido durante varios años a la entidad y presentó a los futuros agentes de tránsito.
En su discurso de orden, el alcalde Augusto Barrera expresó que se fortalecerá la presencia de la Policía Metropolitana en el espacio público y recordó que los agentes de tránsito deben priorizar el buen trato al peatón, al ciclista y actuar en defensa del pasajero.
En ese contexto, el alcalde citó que el desafío al que se enfrentan los nuevos agentes es de ejemplo, ética y responsabilidad.
Respecto al cambio que se está produciendo al interior de la institución, Barrera señaló que la Policía Metropolitana debe ser moderna, con nuevas unidades y logística, descentralizada y con la visión de aportar a la construcción de una ciudad con orden y convivencia.
Por ello, recalcó que la actitud de los policías marcará el éxito o fracaso de esta nueva policía de la ciudad.
Educan a los nuevos policías
Esta nueva generación de jóvenes que son reclutados bajo estrictos parámetros, físicos y educativos hacen que el Policía Metropolitano sea capaz de tomar decisiones en base al dominio de la normativa legal para su cumplimiento.
El cambio ha requerido definir el perfil del nuevo Policía de Ciudad, orientado a ser una persona visionaria, con espíritu de responsabilidad y superación.