La protesta, en la que participaron unas doscientas personas, la mayoría mujeres, se desarrolló desde el Monumento a la Madre hasta los pies de la plaza del Ángel de la Independencia, en la misma fecha en la que en México se celebra el Día de la Madre.
«Exigimos la búsqueda inmediata de nuestros hijos y familiares desaparecidos», rezaba una enorme pancarta de la manifestación, que recorrió el céntrico Paseo de la Reforma al grito de consignas como «justicia, justicia» o «vivos se los llevaron y vivos los queremos».
«Mi hija María desapareció en abril de 2012 y es el día en que no aparece y las autoridades no hacen nada. No descansaremos hasta que nos entreguen a nuestros hijos vivos o muertos», dijo a Efe Rocío Uribe, una de las manifestantes.
La protesta, denominada Marcha por la Dignidad, se centró en un llamado al Gobierno y a organizaciones sociales para que ayuden a recuperar a sus parientes «y evitar que sigan ocurriendo estos lamentables hechos», afirmó Claudia Ordóñez al leer un documento a nombre de las mujeres participantes.
El acto, que duró más de tres horas, contó con la participación del obispo la diócesis de la ciudad de Saltillo, Raúl Vera, que suele apoyar las demandas de los activistas de derechos humanos.
Vera recriminó la pasividad con la que las autoridades actúan para atender los casos de secuestros, extorsiones, asesinatos, «desplazamientos forzados y pérdidas de fuentes de trabajo».
«La presencia de estas mujeres es el resultado de las acciones corruptas», afirmó el obispo.
El Gobierno anunció recientemente que existe un registro de unas 26.000 personas «no localizadas» por múltiples motivos, una lista que se está depurando para conocer las causas de la desaparición. EFE