El estudio considera que en 2009 hubo unos 963.000 casos de cáncer en la región, sin incluir el Caribe, una cifra que subirá de forma exponencial en todos los países hasta el 2020, incluyendo alzas de cerca del 50 % en Belice, Costa Rica y Colombia.
Ese incremento viene aparejado con el envejecimiento de la población en la región, pero se puede aminorar con «medidas simples» como el combate contra el tabaco, la obesidad y la vacunación contra virus que causan ciertos cánceres, dijo a Efe Goss, profesor de la Universidad de Harvard (EE.UU.).
Goss se quejó de que los Gobiernos no han colocado el tema «como prioridad en su agenda de salud».
«La región está a punto de vencer a muchas enfermedades infecciosas, pero con la economía creciendo, afronta un tsunami de cáncer», alertó el experto.
Según el estudio, publicado en la revista especializada The Lancet Oncology, en 2030 los médicos diagnosticarán 1,7 millones de casos en América Latina y habrá más de un millón de muertes anuales por esta causa.
El estudio, presentado hoy en São Paulo, es el más amplio sobre el asunto elaborado hasta ahora, según sus responsables, que coordinaron un equipo de 72 personas en América Latina, Estados Unidos y Reino Unido durante un año.
Uno de sus desafíos fue la escasez de datos, que revela en sí mismo la poca atención que los Gobiernos latinoamericanos han dado al tema, apuntó el informe.
En la región tan solo hay registros detallados sobre un 6 % de los pacientes de cáncer, frente al 95 % en Estados Unidos, explicó a Efe Brittany Lee, del Hospital General de Massachusetts.
El cáncer es la primera causa de muerte en los países desarrollados y entre 10 y 15 años también lo será en América Latina, según Carlos Barrios, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Río Grande do Sul (Brasil), integrante del equipo.
El informe es un intento de llamar la atención de la sociedad para que se tomen medidas preventivas de forma inmediata, señalaron.
La incidencia del cáncer en América Latina es de 163 casos por cada 100.000 habitantes, mucho menor que en Estados Unidos (300 por 100.000) y Europa (264 por 100.000), pero el número de muertes (13 por cada 22 casos) casi duplica al del país norteamericano (13 por cada 37).
De acuerdo con el estudio, esto se explica por un diagnóstico del cáncer más tardío, en etapas ya avanzadas, cuando la cura es más difícil.
«En parte es un problema de información, ya que en algunas áreas mujeres que sienten un bulto en su pecho no van al médico, porque puede que no sepan que tienen cáncer de seno o porque simplemente asumen que no se puede hacer nada para curarlo», aseveró Lee.
Otro impedimento es el acceso al sistema de salud, pues más de la mitad (320 millones) de los 590 millones de habitantes de Latinoamérica no tiene cobertura médica, según el informe.
Los autores pidieron a los gobiernos que inviertan más dinero en salud, aunque enfatizaron que se puede hacer mucho con medidas de bajo costo.
Por ejemplo, se podría reducir un 30 % de los casos de cáncer con la eliminación del tabaquismo y otro 20 % con la vacunación, indicó Barrios.
El tema debería preocupar no solo a los ministros de salud, sino también a los de economía. David Collingridge, el editor de The Lancet Oncology, dijo a Efe que el cáncer limita el Producto Interno Bruto (PIB) al reducir la productividad y retirar a trabajadores de la fuerza laboral.
Goss alertó en especial del impacto de la muerte por cáncer de una madre joven, «lo que a menudo diezma a la familia«.
En América Latina el gasto medio por cada paciente que recibe un diagnóstico de cáncer es de tan solo unos 8 dólares al año, frente a los 460 dólares de Estados Unidos, de acuerdo con el informe.
Aun así, origina unos costes anuales de 4.000 millones de dólares, incluyendo tratamientos, medicinas y la pérdida de vidas prematuramente truncadas, señala el estudio.
Sus autores creen que esa cifra irá en aumento, especialmente si los gobiernos no se plantean cómo lidiar por lo que consideran «una epidemia en desarrollo«. EFE