19 abr (EFE).- Un millar de colombianos cruza cada mes la frontera para refugiarse en Ecuador, según cifras reveladas hoy por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea (ECHO).
Hasta finales de 2012, Ecuador reconoció albergar a 55.480 personas de las que el 98 % eran colombianos, por lo que esta migración al país vecino se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos más frecuentes de las víctimas del desplazamiento en Colombia como consecuencia del conflicto.
El jefe de ECHO para América Latina, Caribe, Asia y Pacífico, el sueco Esko Kentrschynskyj, quien visitó recientemente la frontera colombo-ecuatoriana, denunció que «cada vez es más difícil solicitar asilo, incluso obtenerlo una vez llegan a Ecuador».
Y criticó que el nuevo sistema de refugio decretado por Ecuador en 2012 restringe a 15 días el plazo que tienen los solicitantes para pedir asilo, lo que implica que «generalmente lleguen tarde, porque cuando cruzan como refugiados lo hacen en sitios aislados y lejos de las oficinas gubernamentales«.
Además explicó que cuando los colombianos que llevan mucho tiempo en Ecuador van a renovar los permisos, trámite que tienen que hacer cada dos años, «esta visa (de refugiado) se les quita y se les informa que su caso va a ser revisado y se les entrega un papel que han de renovar cada dos meses».
La representante para Colombia de ACNUR, la británica Thèrése Morel, deseó por su parte que las autoridades ecuatorianas encuentren «una forma de abordar el tema con mayor apertura porque no es un proceso normal darles el estatuto de refugiado y después revisarlo de esta forma».
El Gobierno ecuatoriano recibió hasta el 31 de marzo de 2013 un total de 2.853 solicitudes de asilo de colombianos, de las que sólo 167 (un 5,8 %) fueron respondidas.
Según las cifras presentadas hoy por estos dos organismos, ACNUR tiene un registro de cuatro millones de víctimas del desplazamiento desde 1997 hasta la actualidad, de los que según Morel, el 50 % eran menores de edad.
Según las cifras gubernamentales, en 2010 hubo 130.000 nuevos desplazados y en 2011 otros 143.000, y si bien todavía no hay datos oficiales para 2012, «la tendencia muestra que la cifra va a ser similar o mayor» para ese año, apuntó Morel.
Asimismo, alertó de que el riesgo de desplazamiento es mayor en zonas rurales aisladas en la costa del Pacífico y en las fronteras con Ecuador y Venezuela por la escasa presencia institucional.
ACNUR y ECHO resaltaron también un fenómeno reciente e invisible, el desplazamiento interurbano, del que todavía no hay cifras oficiales ni un reconocimiento total de sus víctimas, lo que las expone «a una situación de mucha inseguridad y de muchas presiones por parte de los mismos grupos».
Este tipo de desplazamiento afectó a entre 4.000 y 5.000 personas en noviembre pasado en la ciudad de Buenaventura, puerto principal del Pacífico, y también en Tumaco (Nariño, suroeste) y en la ciudad de Medellín (noroeste).
Por otro lado, ACNUR identifica como principales causas del desplazamiento forzado la siembra de minas antipersonales y el reclutamiento forzado de menores, que se da en parte por la falta de oportunidades de los jóvenes en esas remotas zonas.
Esta situación llevó a ambas organizaciones a poner en marcha de forma conjunta el proyecto «Niños de paz», que busca beneficiar con actividades educativas y lúdicas a cerca de 1.500 menores desplazados.
Los fondos proceden del premio Nobel de la Paz que recibió la Unión Europea en 2012, y mientras Colombia recibirá 150.000 euros (unos 195.000 dólares), Ecuador contará con otros 250.000. EFE