El asunto de jugar «a nivel del mal», como se ha dicho hasta el cansancio en el llano, perdió gas en 2008, cuando el San Lorenzo de Almagro perdía por 2-0 en Potosí, a más de 4.000 metros de altitud, remontó en el último tramo del encuentro y ganó por 2-3 un partido de la Copa Libertadores.
Marcelo Bielsa fue el seleccionador argentino que no habló una sola palabra a sus dirigidos sobre la altitud y éstos igualaron 3-3 con Bolivia en las eliminatorias del Mundial de Corea y Japón 2002.
Diego Maradona, en la competición clasificatoria de Sudáfrica 2010, llevó a La Paz en 2009 al mismo equipo que muy pocos días antes había ganado en el llano de Buenos Aires, por lo cual se quedó sin piernas y encajó un sonoro 6-1.
En 2008 daba vueltas todavía una intención de veto a la altitud de La Paz en partidos de selecciones, promovido por Brasil.
Potosí es la segunda ciudad más alta del mundo y está por encima de La Paz unos 420 metros. Allí ganó el San Lorenzo. Aquel resultado corroboró lo que la historia marca con claridad sobre que otros equipos poco acostumbrados a escalar montañas no sólo sobrevivieron, sino que ganaron varias veces.
Como la selección de Hungría en la repesca con Bolivia para participar en el Mundial de Argentina’78 o la selección de Brasil, ante el mismo rival y también en el estadio Hernando Siles, en la final de la Copa América de 1997, para citar sólo algunos casos.
Pese a que suele decirse que los tramos finales de los partidos en la altitud son los peores en esa situación, Brasil derrotó a Bolivia por 1-3 tras una primera parte igualada a uno, con los goles de Ronaldo y Zé Roberto a los 79 y 90 minutos.
El San Lorenzo perdía por 2-0 hasta los 71 minutos, en el estadio Víctor Agustín Ugarte de Potosí, pero Bernardo Romeo, Cristian Chávez y el paraguayo Aureliano Torres, de penalti, protagonizaron con sus goles una remontada clamorosa.
Un día después se hablaba de «hazaña» en Argentina, pero también de «garra, compromiso y actitud» de los futbolistas, que al parecer son buenos antídotos para la escasa cantidad de oxígeno que hay allá arriba.
La propuesta de veto a la altitud, surgida en los años 90 tras una derrota de Brasil en Bolivia durante el torneo clasificatorio del Mundial de Estados Unidos’94 y que estuvo a punto de concretarse cuatro años después, fue también atribuida en su momento a Joseph Blatter, presidente de la FIFA.
Ya no se habla de todo eso. Bolivia juega en la altitud hace más de un siglo y gana, pero también le ganan, se dice en Argentina.
Alejandro Sabella hará varios cambios en el equipo con respecto al que venció el viernes a Venezuela (3-0): es posible que disponga el debut del defensa José Basanta, acostumbrado a jugar en la altitud de México, y que Rodrigo Palacio, del Inter de Milán, sustituya al goleador Gonzalo Higuaín, suspendido.
Se insiste en que el equipo albiceleste reforzará su defensa, que no será tan frontal como en sus últimos partidos.
De lo que no hay dudas es que Messi será titular, y que en condiciones no tan favorables por su estilo de juego, debido a que tendrá ‘socios’ más lejos suyo que de costumbre, la búsqueda de su primer gol ante Bolivia en su quinto partido ante este rival, no será fácil.
Si marca uno, conseguirá un pleno goleador ante todas las selecciones sudamericanas. Si marca dos, alcanzará con 34 tantos a Diego Maradona como tercer goleador histórico de la selección argentina. EFE