La comunidad católica vivió hoy el denominado Domingo de Ramos. A pesar de la campaña ecológica en varias ceremonias se observó el uso de palma de cera.
Hoy, con la celebración católica del Domingo de Ramos, inició la Semana Mayor o Semana Santa, período donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección del redentor Jesucristo.
El Domingo de Ramos es la rememoración de la entrada de Jesús a Jerusalén. Las ceremonias litúrgicas iniciaron con la bendición de las palmas (plantas cuya venta es penada por la ley) y ramas de olivo o laurel que llevaron en sus manos los fieles, reconstruyendo el pasaje evangélico.
Datos informativos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) afirman que en nuestro país el 85% de la población es católica practicante. Es decir que 8 de cada 10 ecuatorianos rememoran la Semana Santa.
Los católicos del país como es de costumbre acudieron a las iglesias con arreglos para realizar los ritos liturgicos correspondientes a esta fecha religiosa.
Sin embargo, desde 2008, bajo el eslogan ‘Tradición y conservación van de la mano, porque todos buscamos el Buen Vivir’, Ecuador propone a la ciudadanía equilibrar las costumbres religiosas con el cuidado ambiental para prevenir la extinción de esta especie vegetal.
La palma de ramos es una planta de lento crecimiento y su principal amenaza es la deforestación masiva de los bosques andinos, en especial en estas fechas religiosas. La desaparición de la palma de cera implicaría la extinción del Loro Orejiamarillo y el Perico Cachetidorado, dos especies extrañas y amenazadas en nuestro territorio.
La alternativa para la fecha, no en la mayoría de casos, fue la elaboración de ramos con diferentes plantas como romero, arrayán, manzanilla, hojas y flores de maíz, totora, espigas de trigo y cebada, sigse, paja, ciprés y laurel. El uso de estas especies es recomendable porque su crecimiento y dispersión es más rápido que el de la palma.
NO ACATARON LA NORMA
A pesar de la insistencia por parte de los organismos ecológicos gubernamentales en la mayoría de iglesias se pudo ver un preocupante conjunto de ramos elaborados por la especie conocida como palma de cera.
La gente al parecer se siente identificada con esta planta y dejar de utilizarla representa para muchos de ellos una molestia.