En un acto solemne celebrado en la Plaza de San Pedro, Francisco I fue entronado como el nuevo pontífice, tras su elección efectuada la semana pasada.
Miles de peregrinos y representantes de más de 130 países de todo el mundo asistieron ayer a la misa de inicio de pontificado de Francisco en una Plaza de San Pedro del Vaticano repleta de banderas internacionales, principalmente latinoamericanas.
Roma, que en estas fechas del año comienza a recibir las primeras oleadas turísticas por Semana Santa, ha albergado, con motivo del comienzo del papado de Francisco, a miles de peregrinos y a jefes de Estado y delegaciones de todo el mundo.
El miedo a quedarse sin sitio hizo que el goteo de fieles y peregrinos fuera constante desde el alba y, a la hora en que salió el Papa jesuita argentino, la plaza estaba ya repleta de personas que coreaban su nombre y aplaudían a su paso.
Algo más madrugaron los cientos de periodistas apretujados en las diferentes zonas habilitadas por el Vaticano para cubrir la entronización, colofón de una cobertura mediática que ya ha cumplido un mes, desde que Benedicto XVI anunciase su renuncia el pasado 11 de febrero.
Los aplausos anunciaron la llegada de Francisco y se le pudo ver recorriendo la plaza a bordo de un jeep, saludando a los congregados, hasta que con un ademán de la mano pidió que se detuviera el vehículo para poder bajar.
El Papa se apeó para acercarse a un joven discapacitado sostenido por sus familiares, al que abrazó y besó con gran cariño.
Luego recibió, uno por uno, a los mandatarios de más de 130 países, incluido el Ecuador. El presidente Rafael Correa, que se cataloga como un católico practicante, no pudo contener sus lágrimas al saludar y conversar de forma breve con el papa Francisco. El mandatario acudió a la misa solemne junto a su madre, y juntos dialogaron brevemente con el pontífice.
Tras la bienvenida, se efectuó la misa solemne, en la que el argentino impartió un mensaje de fe y esperanza para la Iglesia Católica.
Francisco dijo que el poder del papa es el servicio a los otros, “especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños, el hambriento, el sediento, el forastero, el desnudo, el enfermo y el encarcelado”.
“Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe”, afirmó el papa en la homilía de la misa de inicio de pontificado.
El Obispo de Roma también pidió a los responsables políticos y sociales que sean custodios de la creación y guardianes del medio ambiente.
“Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro”, afirmó en la homilía.
La ceremonia fue transmitida en directo en Argentina, donde miles de personas recibieron las bendiciones del papa argentino.
El nuevo ‘anillo del pescador’
El cardenal protodiácono, Jean Louis Tauran, colocó al papa Francisco el Palio, antigua insignia episcopal, y el decano, Angelo Sodano, el anillo del Pescador, símbolos del pontificado, con lo que comienza el papado del argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años. El anillo del Pescador, forjado y labrado en plata dorada, lleva inciso al Apóstol Pedro con las llaves y sujetando las redes para pescar. Francisco lo llevará hasta su muerte o renuncia, cuando el camarlengo se lo retire y lo machaque o anule para que nadie pueda usarlo y a la vez para simbolizar el final del Papado.
Francisco sorprende a los devotos con su sencillez
El papa Francisco, al que se ha visto muy sonriente y feliz, no ha dudado en besar a niños pequeños que le han acercado sus padres, e incluso bajar del papamovil para saludar a un discapacitado. Esta conducta ha sido admirada por los religiosos católicos, que se sorprendieron con este gran acto de sencillez. Un Papa cercano, tal vez demasiado para el gusto de los servicios de seguridad pontificios, que han tenido que elaborar un protocolo a la medida de las maneras de Jorge Mario Bergoglio. El papa ha recorrido durante un buen rato la plaza de San Pedro y calles anexas, antes de oficiar la misa solemne de inicio de pontificado.