En Guayaquil la tragedía se desató al fusionarse un aguaje con una pertinaz lluvia. Varias sectores resultaron inundados.
Una fuerte lluvia que alcanzó de 50 a un metro de altura, cayó, el martes anterior, en Guayaquil la misma afectó varios sectores del norte y la periferia de la urbe porteña.
La pertinaz precipitación dejó como resultado carros averiados, deslizamiento de lodo y piedras de un cerro, así como un accidente vehicular en la vía Guayaquil Salinas, que arrojó como saldo cinco personas heridas.
El Inocar informó que este aguacero coincidió nuevamente con el aguaje y la marea alta, como ocurrió el 2 de marzo en Guayaquil, donde colapsaron viviendas, situadas en las ciudadelas Sauces, Guayacanes, Alborada y fuera de la ciudad como Monte Sinaí y Nueva Prosperina, quienes solicitaron ayuda a organismos de socorro, los cuales llegaron a auxiliarlos con ambulancias y botes.
Los moradores de la cooperativa Sergio Toral tuvieron además, que aguantar el desborde de una zanja, situada en el sector.
Las casas de los moradores de Mapasingue Este terminaron anegadas casi en su totalidad, dejando más pobreza y desolación en sus habitantes. La misma escena se repitió en el plan habitacional Socio vivienda, ubicado en las vías a Daule y a la Costa.
En el centro de Guayaquil, la lluvia fue tan intensa, que dificultó la visibilidad de los choferes de vehículos, que transitaban por las avenidas. Estos en muchos de los casos fueron víctimas de los ladrones que se aprovecharon de la circunstancia para adeñuarse de los objetos de los varados.
La lluvia según los porteños dificultó su regreso a casa, pues el tráfico era intransitable hasta altas horas de la noche. Una tarde que nadie olvidará.
Quejas en las redes sociales
“No es posible que en menos de diez días Guayaquil soporte este tipo de precipitación y que no se den soluciones”, indicó un tuitero. Enojo.