26 feb (EFE).- El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y la canciller alemana, Angela Merkel, pusieron alas hoy al tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la UE, como factor determinante para activar las economías en medio de la crisis y puntal de una nueva era en las relaciones transatlánticas.
Las relaciones entre Berlín y Washington son «excelentes», no solo por estar apuntaladas en vínculos de amistad «históricos», dijo la canciller, sino también porque se sustentan en «valores compartidos».
Alemania es, en el contexto europeo, «el primer socio comercial» de EEUU enfatizó por su parte Kerry, y por lo tanto está destinada a jugar un papel fundamental en las negociaciones para el tratado de libre comercio con la UE que tanto Berlín como Washington esperan abrir el próximo verano.
El objetivo compartido es «impulsar el crecimiento» y «generar empleo», apuntó Kerry, en su segunda etapa de la gira que supone su estreno internacional como jefe de la diplomacia de EEUU.
El secretario de Estado norteamericano llegó a la capital alemana procedente de Londres, en el marco de la gira de once días que le llevará, este mismo martes, a París y de ahí a Roma, para continuar luego hacia Turquía y Oriente Medio.
Si la agenda de encuentros políticos londinenses estuvo dominada por Siria, en Berlín la atención se desvió hacia el ámbito comercial y económico, por mucho que los conflictos internacionales estuvieran también en el trasfondo de sus encuentros.
A las citas con su colega alemán, Guido Westerwelle, primero, y con la canciller, después, siguieron dos breves comparecencias ante los medios -sin turno de preguntas, en la de Merkel-, en que se insistió en resaltar la gran relevancia que Berlín y Washington dan a las relaciones bilaterales.
Kerry aludió a su pasado en Berlín -donde vivió, con 11 años, como hijo de un diplomático estacionado, en los años cincuenta- y recordó cómo era la existencia en una ciudad dividida entre las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial y cómo de ahí ha emergido «una de las grandes capitales del mundo».
No se refirió a los planes del presidente Barack Obama de visitar Berlín en el aniversario del discurso de John F. Kennedy del 26 de junio de 1963, cuando pronunció la legendaria frase de «Ich bin ein berliner» (Soy un berlinés), un mensaje de solidaridad a la población, tras la construcción del Muro que partió la ciudad hasta 1989.
En medios berlineses se habla desde hace semanas de esa cita, aunque aún no se ha concretado formalmente.
Fuera de los recuerdos personales de Kerry y los votos de buena salud en las relaciones transatlánticas, la atención de la visita del sucesor de Hillary Clinton al frente del departamento de Estado se centró en Siria.
Kerry asistirá el jueves a la reunión en Roma del grupo de Amigos del Pueblo Sirio, cita a la que se prevé asista la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal fuerza de la oposición al régimen de Bachar al Asad.
El secretario de Estado, en su comparecencia con Westerwelle, destacó el papel «determinante» para el futuro de Siria y afirmó que la comunidad internacional «está obligada a actuar» y a «hacer cuanto esté en su mano» para detener el conflicto.
Con ello lanzó un nuevo mensaje a los opositores, cuya asistencia a la cita de Roma anunció hoy mismo, vía Facebook, el líder de la CNFROS, Muaz al Jatib, después de que el pasado fin de semana se hubiera hablado de boicot opositor a la reunión en protesta por el «silencio internacional» ante los crímenes del régimen sirio.
En el cambio de postura de la oposición pesaron las promesas de ayuda expresadas tanto por Londres como por Washington este lunes, así como una llamada del vicepresidente de EEUU, Joseph Biden, al líder de CNFROS, según informó ayer la Casa Blanca.
Antes de la cita en Roma, Kerry tenía en agenda un encuentro este mismo martes con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, expresamente desplazado a la capital alemana para ese contacto.
Moscú sigue siendo el abogado, en el contexto de las potencias internacionales, del régimen de Bachar al Asad.
El propio Lavrov dijo hoy, según medios rusos y tras un encuentro con su colega holandés, Frans Timmermans, que en la oposición siria se han impuesto «los extremistas que apuestan por una solución militar» al conflicto en el país árabe.
Lavrov aseguró que, pese a ello, Rusia no cejará en sus esfuerzos con otros miembros de la comunidad internacional para influir en las partes beligerantes y propiciar el diálogo. EFE