Quito inauguró aeropuerto y por sus servicios demuestra ser una base aérea para personas de alto nivel adquisitivo. Al llegar vemos fusionar lujo con gratas historias.
Varias personas se alegraron al ver como la nueva base aérea de Quito cuenta con todos los servicios pero no pensaron en el alto valor que esto representaría. Una hamburguesa (pan carne y queso) cuesta alrededor de diez dólares, y si con esto no logras llenar tu inapetencia el agrandar el combo con papas y una gaseosa hará que canceles más de 15 dólares. Este hecho se profundizó pues en la jornada de ayer varios fueron los vuelos retrasados y con esto la necesidad de comer era urgente. “Tengo que viajar al exterior y mi vuelo saldrá en la tarde, tengo que comer en algún restaurante del recinto aéreo. Me parece bien que exista locales de niveles internacionales pero también debería haber lugares donde comer no sea tan caro”, sentenció Miguel Parra.
NO TODO ES MALO, ES PÉSIMO
La nueva terminal aérea de Quito es una mole de cemento y hierro de color plomo. La tecnología de cada uno de los counters es notoria. La pista es inmensa y el único servicio que no gusto fue la atención al cliente.
“Llegue temprano para conocer y no lo he hecho al estar preocupado por la información de mi vuelo. Yo tomé un bus en Quitumbe allá nadie daba información. Al llegar me dirigieron hacia varios lugares. Me moleste por que logré pasar el checking en el doble de tiempo del que estimaba”, sentenció Segundo Eugenio que tomó un avión para dirigirse al oriente ecuatoriano.
La misma realidad vivieron varios pasajeros a lo largo del primer día de funcionamiento.
PILOTEÓ LA HISTORIA
Leonardo Coraman es el piloto con más de 40 años de historia en los aires que fue escogido como el timonero que despidió el antiguo aeropuerto de Quito y el encargado de inaugurar el nuevo Mariscal Sucre. Él llevó el avión de Tame el martes hacia Guayaquil y lo retornó ayer a Tababela.
Sonriente y emocionado comentó que al aterrizar en suelo capitalino los pasajeros se levantaron a aplaudir y desde sus ventanas tomaron fotos. “Nunca olvidaré este privilegio, me siento muy orgulloso”, indicó.
FAMOSOS EN LOS PRIMEROS
Dos artistas muy queridos de la platea musical del Ecuador arribaron en el tercer vuelo en Tababela. Gerardo Morán y Máximo Escaleras en plan de amigos festejaron, como fueron ellos como representantes del pueblo los que presenciaron este suceso.
Los cantantes habían sido contratados para un show en Guayaquil y sentenciaron no conocer que la prensa estaría tan atenta a su retorno. Sobre el tiempo que representa llegar a la nueva terminal aérea los dos sentenciaron que esto no dificulta sus tiempos como artistas, pues al vivir en uno de los Valles el tiempo representaría menor al que normalmente realizaban hacia el norte de Quito.
Máximo Escaleras precisó como importante el hecho que este aeródromo de por terminado el tiempo de zozobra que vivió el distrito por la amenaza de un avión pueda perder pista y con esto afectar a miles de ciudadanos capitalinos.
Por su parte Gerardo Morán sentenció estar contento pues su país se asemeja cada vez más a las importantes ciudades de América. El ‘Más Querido’ fue recibido por su esposa y su hija, Kerly.
Otra de las divas que arribó al nuevo aeropuerto fue la siempre sensual Adriana Torres, quien llegó a Quito acompañada de su hijo. La modelo y empresaria aperturará la siguiente semana su moderna tienda de modas.
Por: Karina Ochoa