El crimen en Guayaquil se desató en menos de 24 horas, entre martes y miércoles, dejando un saldo de seis muertos en diferentes sectores de la ciudad; mientras la Policía afronta una pugna con los jueces y fiscales.
CHULQUERO ASESINADO
El primer hecho de sangre se registró la tarde del martes a las 13h30 en la Cooperativa Viernes Santo, al sur de Guayaquil; donde fue acribillado con seis disparos, Teófilo Alfonso Espinoza Sánchez (33), cuando se encontraba en el interior de su departamento.
Según versiones de moradores en el lugar, un sujeto no identificado llegó hasta la casa, ubicada en la Manzana 510, preguntando por el occiso; luego ingresó abruptamente hasta el interior de la misma lastimando a otro inquilino con un cachazo en la cabeza, hasta llegar a donde se encontraba ‘Alfonso’ (como lo conocían en el barrio) y le propinó los disparos (3 en el cráneo, 2 en el abdomen y 1 en el corazón).
Espinoza, quien supuestamente era prestamista, fue inmediatamente trasladado hasta el Hospital Naval, donde solo se confirmó su muerte. Extra oficialmente se pudo conocer que el móvil del crimen fue el robo, ya que 7 mil dólares se habría llevado el asesino. Sin embargo, la Policía no lo confirmó.
VISITABA A LA FAMILIA Y LO ASESINARON
El segundo crimen fue cometido a las 18h45 del martes en la Cooperativa Santiaguito de Roldos, al sur de la ciudad, bajo la modalidad del sicariato contra Segundo Trelles Salazar (70), quien se encontraba desde hace 20 días visitando a su familia, ya que radicaba desde hace varios años en Estados Unidos.
Trelles, recibió dos impactos de bala (frente y pecho) por parte de dos sujetos a bordo de una moto que huyeron, dejando abandonado el vehículo en la Ciudadela Santa Mónica, a pocas cuadras del hecho de sangre.
Según, Graciela Trelles Martínez (prima del occiso), los dos asesinos llegaron hasta la casa donde se encontraba Segundo, en la Ciudadela Los Esteros y preguntaron: «¿quién es Segundo Trelles?», por lo cual su primo respondió: «yo», y fue ahí cuando le propinaron los disparos e hirieron a Rubén Aranda, quien se recupera en el Hospital Guayaquil. Segundo, murió instantáneamente en el lugar y no logró ser trasladado hasta una casa de salud.
Familiares desconcertados por lo sucedido, denunciaron el hecho la mañana de ayer en la fiscalía del Guayas, para que la Policía inicie las investigaciones y así dar con el paradero de los asesinos.
El ahora occiso vivía en Estados Unidos, por lo que tenía la doble nacionalidad y por lo que sus familiares manifiestan que no tenía enemigos en el Ecuador.
ASESINADO CUANDO CONVERSABA EN TIENDA
Al sur de Guayaquil, también fue asesinado Cristian Xavier Almeida Herrera (21), quien recibió seis balazos mientras conversaba con un amigo a la vuelta de su casa, en un minimarket. El asesinato ocurrió a las 20h00 en la Cooperativa Los Jardines, ubicada entre los sectores de Fertisa y la Cdla. Santa Mónica, a una cuadra de la Avenida 25 de Julio.
Según versiones, dos sujetos llegaron en una camioneta que se encontraba parqueada a una cuadra y avanzaron a pie para matarlo y dejar herido al amigo que no ha sido identificado.
Carmen Guamán, suegra de la víctima, dijo que su yerno se encontraba tratando de alejarse de varias amistades peligorsas que lo habían llevado por mal camino, por lo que creen que esa sería la causa para haberlo matado, porque no tenía enemigos.
Almeida estaba unido con Yuri Saavedra. Dejó en la orfandad a un niño de un año.
LO HALLARON MUERTO EN EL ESTERO
La cuarta víctima mortal fue hallada la mañana de ayer, con signos de haber sido torturado y arrojado con vida al Estero Salado, en el sector de las calles 50 y Sedalana, en el suburbio de Guayaquil, muriendo ahogado.
El cadáver de sexo masculino de aproximadamente 27 a 35 años, fue encontrado a las 07h00 por un pescador.
Estaba atado de pies y manos con una camiseta de color verde y negro y un calentador negro.
El doctor Roque Macías, fiscal de turno, manifestó que la identidad del sujeto no se conoció, ya que no portaba documentos y tampoco era conocido en el sector.
CRIMEN PASIONAL ENTRE ESPOSOS
Los dos últimos cadáveres se registraron a las 08h00 de ayer, en el interior de una casa en el sector de las calles Medardo Ángel Silva y Aciclo Garay; donde César Octavio Quimí Olvera (46), decidió asesinar a su esposa María del Carmen Leyton Delgado (46), debido a los celos y varios trastornos cerebrales que presentaba tras un accidente que le comprometió su cráneo.
Quimí, asfixió a su esposa y luego se colgó de una viga en el interior del dormitorio donde descansaban. (MV)