Sáb. Sep 21st, 2024

Falleció al recibir balazo en el corazón

Lo que era una reunión entre policías que se encontraban en sus días libres, terminó siendo tragedia para la familia de Raúl Román Estupiñán Quintero (33), luego de que el uniformado recibiera un disparo en el corazón por parte de un ciudadano colombiano. Estupiñán falleció tras 16 días de lucha contra la muerte.

El atentado contra el ahora occiso, se suscitó el pasado 7 de febrero a las 05h30 en el Barrio Bellavista Sur, en Quinindé (Esmeraldas).

Según Esmeralda Quintero, madre del Policía, su hijo se encontraba en su día libre tomando afuera de su casa con varios compañeros. Alrededor de las 05h30, uno de los amigos tuvo una discusión con un sujeto identificado como Vladimir Quiñónez Ruíz. Estupiñán, intervino para tratar de evitar una pelea; sin embargo, el padrastro de Quiñónez, identificado como Antonio Paredes (colombiano), sacó una arma y le disparó para luego huir del sector.

«Exijo justicia para la muerte de mi hijo, no puede ser posible que aquí en este país un colombiano venga y mate por matar a una buena persona», expresaba Esmeralda, mientras lloraba desconsolada el deceso de Raúl.

Luego de ser abaleado, Estupiñán, fue trasladado al Hospital Naval de Esmeraldas; pero por falta de equipos para atenderlo fue enviado al Hospital de la Policía en Guayaquil, donde murió la noche del último lunes a las 21h00, debido a que la bala perforó el corazón y comprometió los pulmones.

Raúl Estupiñán, era Cabo II de la Policía y llevaba 8 años en la institución del orden. Actualmente se encontraba trabajando en Esmeraldas, de donde era oriundo y donde vivía en unión de Cinthya Méndez, con quien tuvo dos hijos, aun menores de edad.

Los familiares del policía, denunciaron como asesino a Antonio Paredes Ruíz; y como cómplices a los hermanos Ernesto y Vladimir Quiñónez Ruíz.

El sector es zona roja

Los familiares de Raúl Estupiñán, manifiestan que el sector donde ocurrió el crimen es muy peligroso y que ciudadanos colombianos como Antonio Paredes (asesino), viven atemorizando a los habitantes. Nelson Estupiñán Quintero, hermano del occiso, manifestó que luego de la balacera, los asesinos huyeron del lugar, sin antes amenazar a la familia, por lo que piden el resguardo de la Policía. (MV)