En una ceremonia en el Ministerio de Defensa, el Teniente General Leonardo Barreiro, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, aseveró que la iniciativa tiene como fin materializar de forma definitiva el objetivo que comparten los efectivos militares y la policía de enfrentar las amenazas a la seguridad.
El nuevo comando, integrado por los altos mandos de las Fuerzas Armadas y la Policía, se encargará de la planificación estratégica de acciones conjuntas y la medición de sus resultado de manera más eficaz.
Los dos cuerpos trabajarán en áreas como el combate a la minería ilegal, el narcotráfico y el contrabando de combustibles, el resguardo de la frontera y el control de armas, explicó en la rueda de prensa el ministro del Interior, José Serrano.
Desde finales de 2010 las autoridades han requerido de soldados en tareas de seguridad interna.
Por su parte, el presidente de la república, Rafael Correa, ha enfatizado que las Fuerzas Armadas no solo pueden, sino que deben apoyar la lucha contra el crimen. En cambio, el exjuez español Baltasar Garzón y otros expertos internacionales que integraron una veeduría de la reforma judicial en Ecuador, desaconsejaron su despliegue para esos fines.
Fusionados trabajarán mejor
Hasta ahora las Fuerzas Armadas y la Policía coordinaban sus acciones de forma puntual y no existía organización centralizada. Con el nuevo comando se mejorará la cooperación, la asignación de personal y el intercambio de información y de datos de inteligencia, de forma que las acciones sean más efectivas. Combatirán desde todos los puntos.