La extraordinaria campaña de Aucas en 2012 se debió gracias a un buen manejo dirigencial. La gerente del equipo, Mónica Gordón, cuenta su experiencia al mando del ‘Ídolo’.
Finalmente, Aucas superó tres años de malos resultados en la segunda categoría y logró su ansiado retorno a la serie ‘B’ del fútbol ecuatoriano. Luego de varias campañas marcadas por los problemas dirigenciales, el ‘Papá’ logró su ascenso gracias a la gestión realizada por el empresario Ramiro Gordón.
Su hija mayor, Mónica, cumplió un papel fundamental en este proyecto que ha tenido tan buenos resultados. Siendo una mujer, está dirigiendo un equipo de fútbol, y logró subirlo a la ‘B’.
«Mi padre ha colaborado desde noviembre del año pasado, con ciertos gastos en Aucas como el pago de la nómina. A mediados de enero me propusieron la gerencia del equipo. Acepté para darle estabilidad, para poder buscar sponsors y así financiar el proyecto», señaló.
El comienzo fue duro. La familia Gordón recibió la administración del equipo en crisis. «No tengo documentación suficiente para saber bien cuál es la situación administrativa financiera, no hay respaldos de gastos. Recibí un balance en el que hay ciertas cuentas que no cuentan con el suficiente respaldo contable. Actualmente estamos haciendo una reestructuración para conocer actualmente las deudas que tenemos», indicó.
Pero con constancia, los resultados comenzaron a verse. A lo largo del año pactaron con más de trece sponsors, y se tiene previsto que para el próximo año sea el doble.
Para la gerente, el éxito de Aucas se debió a cuatro factores. En primer lugar la organización, para brindar seguridad en los inversores. Por otro lado, la unión familiar fue fundamental. «Somos tres hermanos que ayudamos a mi padre: yo me encargo del aspecto económico, Stalin se dedica a negociar con los jugadores, mientras que Viviana ayuda en la parte de comunicación», comentó.
Por otro lado, la interacción con la hinchada fue de gran apoyo. «Mi padre ha escuchado en los graderíos a los hinchas, y de ahí hemos sacado algunas ideas importantes para guiarnos en el desarrollo de nuestro proyecto», destacó.
Otro factor trascendental fue proteger al equipo. «A pesar de todos los problemas, los jugadores siempre estuvieron en una burbujita para concentrarse en su trabajo. Durante esta temporada no les faltó nada, recibieron a tiempo sus salarios», afirmó.
En este ambiente, el trabajo del entrenador, el argentino Julio Asad, se hizo evidente.
«Asad nos brindó estabilidad desde el aspecto técnico futbolístico. Tuvimos muchos jugadores que trajo el anterior técnico, José Vicente Moreno, que no rindieron frutos. Sin embargo, gracias al trabajo de Asad, ellos han mejorado notablemente», señaló.
Sin embargo, Mónica es consciente de que solamente han dado un paso. «El compromiso de mi padre al mando fue subir de categoría, regresar a la ‘A’ y jugar una Copa Libertadores. Este solo es el primer paso que tenemos por dar en este largo camino. La planificación está hecha para alcanzar esos objetivos», culminó.