Henry Holguín, editor por 25 años de Diario Extra, fue enterrado la tarde de hoy. Su ataúd estuvo vestido con los colores toreros. Dolor.
Henry Holguín falleció la mañana del pasado viernes a los 63 años, cuando un infarto al miocardio terminó con su labor de periodista, que la ejerció con pasión durante medio siglo.
El notero que firmaba con el seudónimo de ‘El Verdugo’ había llegado como de costumbre al medio impreso, pero al conocer que el técnico con el que realizaba la versión radial online del diario no había llegado, se retiró hacia su casa y ahí al ingresar a la ducha, perdió la batalla y sucumbió ante la muerte. En ese momento sus amigos, contactados vía telefónica por el occiso, fueron al lugar para encontrar el cuerpo ya sin vida del periodista colombiano.
Sus restos fueron velados en la sala exclusiva 2 de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, para la mañana de ayer ser trasladados a Manabí como fuera su última voluntad. La tierra que será su morada corporea es Salango. Según sus familiares el deseo del periodista, nacido en Cali, era que lo enterraran en esa población manabita.
El ataúd cubierto con una bandera del Barcelona y que además tenía la portada con su rostro del diario al que pertenecía, era el sitial donde sus más cercanos colegas y amigos le brindaban el último adiós. Para muchos la muerte lo tomó por sorpresa pero el estaba listo para partir.
Jerson Ruiz, uno de sus más cercanos aprendices escribió: “Y fuistes portada Henry. Siempre bromeaba con esto. Una portada que no te tocó hacer”.
Los hijos de Holguín y su madre agradecieron por el cariño de sus colegas y de sus lectores y sentenciaron que el profesional se fue de esta tierra feliz y completamente enamorado de una dama colombiana.
La Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep) expresó, en un comunicado, sus condolencias a los diarios Extra y Expreso, editados por Gráficos Nacionales (Granasa).
Además varios talentos de pantalla como Carolina Jaume, Diego Spotorno, Angello Barahona publicaron su sentir ante tal lamentable pérdida.
El Verdugo deja así su labor diaria y da vida a un mito en el periodismo. La muerte lo arrinconó.