Jue. Nov 21st, 2024

26 nov (EFE).- El secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, reiteró hoy su confianza en que se concluyan a tiempo las obras del estadio Maracaná de Río de Janeiro, sede de la final de la Copa de las Confederaciones de 2013 y del Mundial de 2014.

«No hay otra opción. El Maracaná tiene que estar (…) No imagino el Mundial sin el Maracaná», afirmó Valcke en una rueda de prensa en Río de Janeiro después de visitar las obras en compañía del exfutbolista Ronaldo, miembro del Comité Organizador Local, y del ministro brasileño de Deportes, Aldo Rebelo.

Valcke dijo que las obras están en la fase final, aunque recordó que no se puede desperdiciar «ni un día» para cumplir con el calendario previsto.

Rebelo explicó que cerca de 5.500 trabajadores están implicados en esta fase de las obras y aseguró que la cobertura del estadio será instalada en dos fases, entre diciembre y enero.

Los responsables del proyecto de reforma pretenden concluir las obras de infraestructura en febrero y terminar el resto de trabajos hasta mediados de abril, fecha tope marcada por la FIFA para realizar un primer evento de prueba.

La gobernación de Río de Janeiro quiere organizar en el estadio, el próximo 2 de junio, un amistoso entre Brasil e Inglaterra, pero Valcke dijo hoy que ese partido aún depende de que la FIFA dé su visto bueno a todas las instalaciones.

Valcke visitará mañana la ciudad de Curitiba, capital del estado de Paraná (sur), en su serie de visitas a las doce sedes del Mundial.

El dirigente estará a partir del miércoles en Sao Paulo, para una serie de reuniones de la FIFA, el anuncio de los finalistas del Balón de Oro, que se realizará el jueves, y el sorteo de la Copa de las Confederaciones, que tendrá lugar el sábado.

Antes de la visita de Valcke, un grupo de once indios se manifestó a las puertas del estadio para protestar contra la demolición de un edificio vecino al Maracaná con motivo del Mundial.

El edificio fue la sede del Museo del Indio hasta 1978, año en el que fue abandonado, y ahora está ocupado por un grupo de indios, que lo reclaman como tierra sagrada. EFE

Por ccarrera