En la misiva se exponen razones como el desinterés de los aficionados de asistir a las corridas, ya que la muerte del animal ya no es permitida en la ciudad, esto tras la consulta popular de 2011.
“Un panorama empresarial inviable que complica aún más que el año pasado la realización normal de la Feria”, afirma vivir la empresa organizadora.
A esto se han sumado las protestas de los taurinos en las calles, en las cuales piden libertad para realizar las corridas. Otras reacciones en cambio han celebrado esta decisión y la califican como un progreso en la sociedad ecuatoriana.