Kabul, 18 ene (EFE).- Un comando de siete talibanes mató hoy a cinco personas y causó heridas a varias decenas en un ataque múltiple contra varios edificios civiles y oficiales de Kabul que coincidió con la jura del nuevo Gobierno afgano.
El atentado se produjo hacia las 10.00 de la mañana local (05.30 GMT), hora de inicio de la ceremonia de jura, cuando tres insurgentes penetraron en el centro comercial Feroshgah, ubicado en el corazón de Kabul y rodeado por varias de las principales sedes oficiales del país.
Desde las posiciones que tomaron en el complejo, de siete plantas, el comando -pertrechado con armas cortas y lanzagranadas-, según la ISAF- disparó contra el hotel lujoso Serena y el Ministerio de Justicia.
Previamente, un suicida había detonado su carga frente al Banco Central, enfrente del complejo y adyacente al Palacio Presidencial, donde Karzai había congregado a los 14 ministros de su nuevo Gobierno -aún incompleto- para tomarles juramento.
La ceremonia fue cancelada pero la jura se efectuó, tras lo cual el Gabinete celebró su primera reunión en plena crisis en la ciudad, según un portavoz presidencial.
En el centro comercial, las fuerzas de seguridad mantuvieron un enfrentamiento armado durante cuatro horas con los atacantes.
El edificio del centro comercial prendió fuego y quedó seriamente dañado en esta acción, que se desarrolló simultáneamente con otros ataques en otros puntos de la ciudad.
Una ambulancia conducida por un suicida explotó cerca del Ministerio de Exteriores y un segundo centro comercial próximo, y hubo un nuevo enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y otro grupo de dos talibanes atrincherados dentro del cine «Ariana».
También se registró una explosión, sin víctimas, frente a otro cine capitalino, a aproximadamente un kilómetro de distancia de la zona neurálgica del atentado.
El presidente, Hamid Karzai, emitió un comunicado asegurando que la situación estaba «bajo control» y el «orden restaurado» cuando aún seguían los enfrentamientos en el Ariana, cine cercano al primer complejo comercial atacado.
Los ministros de Interior, Mohamed Hanif Atmar, y de Defensa, Abdul Rahim Wardak, respectivamente, informaron en rueda de prensa de la muerte de cinco personas -dos civiles y tres agentes de seguridad- en el atentado múltiple, así como de la de los siete atacantes.
Otras 71 personas resultaron heridas, 35 de ellas civiles.
La acción talibán es la más osada de los últimos tiempos en la cada vez más insegura Kabul, que hoy gozaba de seguridad extra con ocasión de la ceremonia de jura.
El portavoz talibán Zabiullah Mujahid aseguró que 20 de sus hombres, algunos de ellos suicidas, participaron en el atentado y que el objetivo eran los edificios gubernamentales, incluido el Palacio de Karzai.
Según el ministro del Interior, se trata de una acción perpetrada por atacantes provenientes de fuera de Afganistán, ya que en el país -dijo- no hay centros de entrenamiento para suicidas.
El jefe de los servicios de Inteligencia, Amrullah Saleh, afirmó que los talibanes fracasarán en su intento de obtener cobertura mediática atentando contra civiles.
La Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF), en un comunicado, dijo que había cooperado «estrechamente» con las fuerzas afganas «para contener agresivamente» el atentado.
Mientras duró el ataque, el centro de Kabul quedó sellado y fue sobrevolado por helicópteros, mientras se destacaban francotiradores en puntos esenciales. Edificios gubernamentales y hoteles cerraron sus puertas.
La acción terrorista corrobora la manifiesta intención de la insurgencia talibán de mantener su lucha pese a las ofertas de reconciliación y ayudas a la reintegración de Karzai, que está preparando un plan en ese sentido para presentarlo en la conferencia para Afganistán que se celebrará el 28 de enero en Londres.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Administración estadounidense de Barack Obama, fue rechazada este fin de semana por los talibanes, quienes la calificaron de plan «torpe» que sólo cosechará un «completo fracaso» y no logrará «debilitar» el movimiento insurgente.
En Nueva Delhi, adonde llegó hoy procedente de Kabul, el enviado especial de EEUU para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, condenó el atentado como la obra de unos «desesperados» y «despiadados».
«Quienes hacen esto no sobrevivirán al ataque ni tendrán éxito. Pero podemos esperar cosas así con regularidad», añadió el diplomático, según la agencia india IANS.