17 oct (EFE).- Cristiano Ronaldo, uno de los mejores goleadores mundiales del último lustro, se atasca con la selección portuguesa, donde suma 35 dianas en 100 partidos, una media de 0,35 tantos por encuentro, muy inferior a la del Real Madrid (un gol).
Superadas las críticas que cuestionaban su liderazgo con Portugal, Cristiano vuelve a estar bajo el escrutinio de aficionados y prensa portuguesa después de la sorprendente sequía anotadora de sus últimos tres partidos internacionales.
Frente a Azerbaiyán, Rusia e Irlanda del norte, el «siete» del Real Madrid se nubló. A pesar su influencia en el juego, el futbolista de Madeira está lejos de ser tan efectivo y prolífico que como con su club.
En el empate anoche, ante Irlanda del Norte (1-1), fue el más peligroso de los lusos. Se movió por ambas bandas, inyectó centros intencionados, pero erró cuando se trató de perforar la portería contraria.
Su languidez goleadora con la selección muchos la explican por las diferencias tácticas y técnicas entre el Real Madrid y Portugal.
En su equipo, Cristiano está rodeado de asistentes de lujo, como el alemán Mesut Ozil, el argentino Ángel di María o el francés Karim Benzema, mientras en la selección el número de los futbolistas creativos es más reducido.
El medio del Oporto Joao Moutinho y el extremo del Manchester Nani son los llamados a cumplir la función de asistentes. Sin embargo, su jerarquía en el campo es irregular.
Con Portugal, Cristiano asume además un peso mayor en la construcción ofensiva, por lo que sus apariciones en situaciones francas de gol son menos comunes.
Sus 35 goles en 100 partidos son un jarro de agua fría para un artillero tan acreditado, sobre todo, comparado con los registros en el Real Madrid: La estrella lusa suma 155 goles en 160 encuentros.
Entre las más prestigiosas Ligas del mundo, apenas el argentino del Barcelona Leo Messi le hace sombra.
Cristiano, Bota de Oro en el 2008 y el 2011 y Balón del Oro en el 2008, nunca fue una indiscutible en Portugal.
Las sufridas clasificaciones al Mundial del 2010 y al Europeo del 2012 desgastaron la imagen de ganador nato del madeirense, quien también firmó polémicos episodios en las fases finales.
Cuando los lusos cayeron en los octavos de final del mundial ante España, escupió a un cámara que le grababa y, a continuación, atacó la actitud defensiva del entonces seleccionador Carlos Queiroz.
En el último Europeo, los dos primeros partidos (Alemania y Dinamarca) le pusieron de nuevo en la picota mediática por sus flagrantes errores, hasta que se resarció goles ante Holanda (dos) y la República Checa (uno).
En el nuevo curso con la selección, el idilio entre Cristiano y Portugal parecía duradero. Marcó en un amistoso ante Panamá y repitió en partido oficial ante Luxemburgo, el 7 de septiembre. Pero desde entonces no halla el camino del gol.
Para muchos, Cristiano, que con 27 años ya suma 100 presencias internacionales, número apenas por debajo de Luis Figo (127) y Fernando Couto (110), batirá todos los récords de Portugal incluido el goleador: está a cuatro tantos del mítico Eusebio Da Silva Ferreira (41) y a diez de Pauleta (47).
No obstante, el jugador del Real Madrid sigue sin ser profeta en su tierra. Por eso, peleará los próximos meses por recuperar su autoestima ante el gol y reconciliarse, de paso, con sus compatriotas. EFE