Claudio Bieler se colocó en el paredón por propia voluntad. El ex delantero de la ‘U’ tuvo unas desafortunadas declaraciones la semana anterior, en las horas calientes de su traspaso a Rácing de Avellaneda. “El fútbol ecuatoriano no es bien visto”, disparó sin anestesia en los medios bonaerenses y como era de esperarse la reacción virulenta por estos lares no se hizo esperar. La frase, es evidente, tuvo un fuerte contenido. Mal visto, quiere decir, que no goza de prestigio, que está relegado, que sigue permaneciendo en el subsuelo. ‘Taca’ se justificó ayer en horas de la tarde, en diálogo telefónico con Rumba Deportiva, la emisora que rompe el rating en los espacios deportivos, señalando que sus declaraciones fueron malinterpretadas. Precisó que jamás fue su intención convertirse en un detractor, porque en su interior resposa un profundo agradecimiento por la espectacular oportunidad que le brindó Liga para mostrarse en la vidriera intenacional. Ratificó su amor al club, a nuestro país, a la hinchada, e hizo votos, por alcanzar el perdón general, por un delito que no cometió.
Me cuesta entender la facilidad con la que se quitó la mochila por su confusión verbal. Como siempre, dejó en la cancha de los periodistas, la responsabilidad por el mal manejo de sus frases, cuando lo justo habría sido aceptar que se equivocó en la estructura de su declaración, en el uso de las palabras correctas, admitiendo que su escasa educación y preparación académica, le jugaron una mala pasada. Esa parece ser la verdad, porque quienes lo conocen a fondo, ponen las manos al fuego, sosteniendo que el goleador es un hombre bueno, sin la dosis de cinismo, que varios creen se instaló en su cabeza. El pueblo de Liga dirá, si acepta o no esta disculpa.
Por: Raúl Cruz Molina