A partir de los 60 años, los cambios en la piel, en la vista y en las costumbres cotidianas hacen que la mujer modifique también sus hábitos de belleza y maquillaje. En cuanto al rostro, habrá una piel más arrugada, con manchas e imperfecciones.
Siempre conviene usar colores neutros, tendiendo siempre a los claros. La base, debe ser de un color lo más parecido posible a cada piel. Usar colores más oscuros acentúan más las imperfecciones y arrugas en vez de taparlas.
En cuanto a los ojos, no los sobrecargue de maquillaje. Utilice tonos beige, rosas pálidos, blancos, marrones claros, pero nunca colores estridentes o muy oscuros.
En la parte superior del párpado, justo por debajo de la ceja, cubre con un beige o blanco. En el párpado móvil, puedes aplicar un marrón claro o gris, acentuando el color sobre el ángulo externo del ojo.
Para maquillar la boca, utilice un labial claro o simplemente un brillo. Evite los rojos o marrones oscuros. Un delineador de labios es necesario para dar un acabado perfecto.
No abuse del rubor. Aplique un poco en cada mejilla, expandiéndolo muy bien con una brocha, en movimientos ascendentes. En cuanto a la máscara de pestañas, no apliques más de una capa.