El último hablante de un antiguo dialecto escocés murió este martes a los 92 años.
Bobby Hogg, un ingeniero retirado, podía hablar fluidamente en Cromarty, dialecto que lleva el nombre de esta comunidad pesquera de poco más de 700 habitantes del norte de Escocia.
Lingüistas dicen que el dialecto Cromarty ahora sobrevive sólo en grabaciones.
Durante muchos años, cuenta la corresponsal de la BBC en Escocia Colin Blane, Bobby y su hermano Gordon, fallecido el año pasado, hablaban entre ellos en Cromarty sabiendo que eran los custodios del dialecto.
Que pena, suerte hay grabaciones de dicho idioma