Diecinueve personas murieron hoy al incendiarse el en el que acababan de despegar desde el de Katmandú, informaron en un comunicado las autoridades nepalíes.
«Un pájaro chocó con el avión durante el despegue, y eso dificultó el control. Esa es una de las causas del accidente. Hemos encontrado el pájaro desmembrado en tres partes», dijo a Efe el responsable del aeropuerto de Katmandú, Ratish Chandra Lal Suman.
«Necesitaremos una investigación para saber si se siguió el procedimiento apropiado tras el impacto con el pájaro. Hemos recuperado la caja y estamos investigando», añadió.
Las víctimas son siete británicos, cinco ciudadanos chinos y siete nepalíes, de los cuales tres eran los miembros de la tripulación, dijo a Efe un oficial de la Sita Air, a la que pertenecía el aparato siniestrado.
Según un comunicado de la Autoridad de Aviación Civil de , el aparato cubría la ruta entre Katmandú y Lukla, la localidad que suele servir de punto de partida para el turismo y el montañismo en la del Everest, la montaña más alta del mundo.
El avión, un Dornier de Sita Air, se incendió apenas un minuto después de la maniobra de despegue, en torno a las 06.15 de la mañana hora (00.30 GMT).
De acuerdo con testigos y trabajadores de la aerolínea los cadáveres han quedado totalmente calcinados y no hay supervivientes.
Estos testigos, citados por medios locales, aseguraron que el avión se estrelló a unos 20 metros de un asentamiento de chozas y junto a un riachuelo, hasta el que se desplazaron miembros del Ejército para participar en las tareas de rescate.
En Nepal se han producido varios accidentes aéreos en los últimos años, pero por lo general no se deben a incendios, sino a choques o pérdidas de control de los aparatos en zonas montañosas.
El último accidente de importancia tuvo lugar el pasado mes de mayo, cuando quince personas murieron al estrellarse un aparato en las cercanías del aeropuerto de Jomsom, considerado uno de los más peligrosos del mundo.