La Policía Judicial de Pichincha logró la captura de Mario Andretti Ochoa Guerra (39), uno de los hampones más buscados.
Ochoa está implicado en varias situaciones ilícitas, entre las que se cuentan: suplantación de identidad, falsificación de documentos, robo de vehículos y extorsión.
La denuncia del robo de un vehículo BMW, de placas PRZ-021, el pasado 29 de diciembre, condujo a los agentes hasta el detenido, quien hábilmente realizó el robo del automóvil. «Mario Ochoa demostró interés en la compra del auto, convenciendo al dueño para probarlo dando una vuelta en él. Pero nunca más regresó», indicó el jefe de la Policía, Coronel Víctor Hugo Cartagena.
Al momento de realizar el atraco, Ochoa se movilizaba en un Vitara Jeep, de placas PVA-367, que había sido reportado como robado el 18 de febrero del año pasado.
Además de realizar robo de vehículos, Ochoa, quien también se hacía llamar Edison Germán Solís Romero, estafaba a posibles proveedores de servicios, a través de formularios originales de la Administración Municipal Zona Norte del Distrito Metropolitano de Quito.
El sujeto presuntamente indicaba a los incautos, que él trabajaba en la administración zonal, y que bajo su responsabilidad recaía la contratación de proveedores de servicios, en el área de educación, cultura y deportes. De este modo, los interesados llenaban sus datos en los formularios y entregaban a Ochoa la cantidad que les solicitaba, a fin de «asegurar el negocio» y que oscilaban entre 3 mil y 4 mil dólares.
A más de ello, Ochoa había colocado en internet varios anuncios, en los que ofrecía servicios sexuales, tanto a hombres, como a mujeres, bajo la dirección: [email protected].
Quienes atendían a sus propuestas, eran fotografiados y posteriormente extorsionados con altas sumas de dinero.
«Las personas le pagaban mucho dinero a Ochoa para que no ponga las fotos en internet o para que no se las entregue a sus familiares», aclaró Cartagena.
«Este tipo se contactó conmigo a través de internet, es una persona que prepara bien su robo. Es un alivio que esté tras las rejas, pero ojalá no salga pronto», dijo una de las víctimas de Ochoa.