Un agente de la policía de Nueva York mató de un tiro a un joven de origen dominicano que huía desesperadamente de un asalto a mano armada en una bodega el viernes por la madrugada, en un hecho que el Departamento de la Policía consideró un trágico accidente.
Tres hombres fueron arrestados en la bodega de una tienda tras el incidente, acusados de asesinato, robo y posesión de arma de fuego, informó la fiscalía.
Las imágenes de un video de seguridad proporcionado por la policía muestran al agente uniformado con su pistola desenfundada y ubicado en el exterior de la entrada principal de la tienda del Bronx, al atender una llamada recibida en el teléfono de emergencias 911. De pronto, el gerente de la tienda sale a la acera corriendo por la puerta. Detrás de él y con la cabeza inclinada hacia abajo corre Renaldo Cuevas, de 20 años, que choca con el policía a toda velocidad en un impacto que envía a ambos al suelo.
Un charco de sangre parece formarse en la acera al momento en que Cuevas cae de espaldas. El oficial cae de rodillas y apunta su arma semiautomática hacia Cuevas cuando el segmento del video termina.
Los investigadores creen que el impacto de Cuevas al chocar contra el policía causó que el agente haya disparado accidentalmente y diera un tiro al hombro izquierdo de la víctima, dijo el jefe de la policía Raymond Kelly en una conferencia de prensa. Cuevas murió poco después en un hospital.
Pese a que la muerte parece accidental, el policía fue asignado a labores administrativas mientras se realiza una investigación. Se trata de una práctica de rutina después de todos los tiroteos que involucran a agentes del Departamento de Policía de Nueva York. Los funcionarios se negaron a revelar el nombre del agente, un veterano con siete años dentro de la corporación.
No existen indicios de que el policía y otros agentes en el lugar del incidente hayan manejado la situación incorrectamente, dijo Kelly.
«La tragedia aquí fue por supuesto que el señor Cuevas fue baleado, pero no veo nada malo en cuanto al procedimiento», agregó. «Queremos ofrecer nuestras profundas condolencias a la familia del señor Cuevas por su pérdida».
Un transeúnte fue quien llamó a la policía aproximadamente a las 2:00 de la mañana para reportar el asalto.
Félix Mora, de 43 años y gerente de la bodega que fue asaltada el viernes por la madrugada, dijo a los reporteros que se encontraba haciendo el cierre con Cuevas, el sobrino del dueño de la instalación, cuando los tres hombres irrumpieron y uno de ellos apuntó a los trabajadores con un arma de fuego.
Mora dijo que Cuevas era «un buen chico, trabajador y feliz».