26 ago (EFE).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, visitó hoy la zona siniestrada de la refinería de Amuay, en el noroeste del país, y afirmó que aún hay guardias nacionales que no aparecen tras la explosión en la mañana del sábado en ese centro industrial.
«Muy dolido, lleno de sentimiento de dolor, estoy mucho más pendiente ahorita de los fallecidos, de sus familiares, de los heridos y su atención como se está haciendo (…) de los que aún no conseguimos», indicó Chávez a periodistas a su llegada a la refinería, situada en la península de Paraguaná (noroeste).
«Estaba hablando como el comandante general de la Guardia Nacional de algunos guardias que aún no aparecen, estamos buscando. Esa es mi máxima preocupación en este instante», añadió.
Chávez dijo que es momento de llamar a que «elevemos el espíritu todos y todas las venezolanos» y afirmó que «sería muy lamentable que algunos venezolanos trataran de utilizar el dolor, el dolor de los familiares (…) para sacar provecho».
Señaló que aún es «muy temprano» para hablar sobre las causas del siniestro, que se produjo después de que un escape de gas generara una «nube» que explotó provocando destrozos y derrumbes en viviendas aledañas y en las instalaciones del destacamento de la Guardia Nacional encargado de la custodia del centro.
«No se puede obviar ninguna hipótesis», indicó Chávez, al señalar que aún no se ha podido llegar al foco del siniestro.
No obstante, el presidente pidió «no caer en especulaciones» y rechazó las versiones que «sin ninguna prueba» hablan de falta de mantenimiento o de que había un escape de gas que no se atendió a tiempo.
«Es prácticamente imposible, que aquí, en una instalación como esta, que es la refinería más grande del mundo, que está automatizada por todas partes que tiene miles de trabajadores responsables y trabajadoras responsables día y noche, civiles y militares, haya una fuga de tres o cuatro días y que nadie le haga caso», dijo.
«Eso es un imposible», añadió.
Al menos 41 personas es el saldo de fallecidos hasta el momento según diversas fuentes tras la explosión que se produjo el sábado de madrugada.
El presidente venezolano dijo que no tenía información actualizada del balance de fallecidos puesto que acababa de aterrizar.
Fuentes del hospital Coromoto de Maracaibo (oeste) indicaron que dos de los heridos que fueron trasladados ayer fallecieron hoy como consecuencia de las quemaduras en el cien por cien de su cuerpo.
Esos muertos se sumarían así a los 39 registrados por el Gobierno de acuerdo con el último parte oficial difundido en la noche de ayer, en el que se señalaba que la mayoría de los muertos son guardias nacionales y familiares que fueron alcanzados por la explosión en las instalaciones del Destacamento 44 de ese cuerpo.
Esa guarnición está encargada de la custodia de la refinería.
La ministra de Salud, Eugenia Sader, indicó que aún permanecen 31 heridos en hospitales de Punto Fijo, donde se encuentra la refinería, y de Maracaibo. EFE