El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha comparado este miércoles la posición de Reino Unido en el caso de Julian Assange con la que mantuvo cuando en el año 2000 denegó la extradición a España de Agusto Pinochet, y opinó que hay «contradicciones» y «doble estándar».
«Mientras a un criminal de esa calaña como Augusto Pinochet se negó su extradición a España por motivos humanitarios, a Julián Assange se dice que se tiene la obligación de extraditarlo» a Suecia, dijo Correa en un encuentro con la prensa extranjera.
El mandatario se lamentó de que «ni siquiera» se ha dado la garantía de que al fundador de Wikileaks no se lo vaya a extraditar «a un tercer país», «hablemos claro, Estados Unidos, donde no hay garantías de un proceso justo y donde existe pena de muerte y cadena perpetua por delitos políticos».
«Entonces, con todo respeto a Gran Bretaña, sí creo que existe una clara contradicción y un claro doble estándar», indicó el jefe de Estado, al apuntar que no conoce en detalle el derecho inglés y que en temas de concesión de extradiciones «existe un gran margen de discreción» aunque, al final, la decisión la tiene el gobernante.
Precisamente fue el hoy exjuez Baltasar Garzón, actualmente a cargo del equipo de abogados defensores de Assange, el que dictó en 1998 el procesamiento del exdictador chileno Pinochet, que por ese motivo fue detenido en Londres y solicitado en extradición por España por crímenes de lesa humanidad. En marzo de 2000 el Gobierno británico denegó la extradición de Pinochet y le concedió la libertad.
El fundador de Wikileaks, que se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres el pasado 19 de junio, recibió el asilo diplomático de Ecuador el pasado jueves pero no puede salir de la legación a falta de un salvoconducto de Reino Unido, que insiste en extraditarlo a Suecia.
En Suecia, Assange, responsable de la divulgación de miles de documentos secretos, especialmente de Estados Unidos, es requerido por la justicia para que declare sobre presuntos delitos sexuales, que él niega. Consultado sobre la posibilidad de que el Congreso de Estados Unidos niegue a Ecuador la extensión de las preferencias arancelarias (ATPDEA, en inglés) por la concesión del asilo a Assange, Correa dijo que ello sería otra contradicción, pues Estados Unidos «dice que no tiene nada que ver» con el caso Assange.
«Que hagan lo que les dé la gana, Ecuador no vende su soberanía», afirmó Correa, al evidenciar lo que considera «doble moral», pues el ATPDEA, que vence en julio próximo, se implementó como compensación a los países andinos por la lucha contra el narcotráfico, un ámbito en el que Ecuador «es uno de los países más exitosos», aseguró.
«Quédense con sus preferencias arancelarias y si quieren alguna contribución del Ecuador para un curso de ética y de capacitación en derechos humanos, cuenten con esos recursos», dijo el jefe de Estado.