21 ago (EFE).- Acudir a Naciones Unidas o a la Corte Internacional de La Haya forman parte de las opciones jurídicas que estudia Ecuador para encarar el caso de Julian Assange ante el Reino Unido y Suecia, aunque Quito aspira a que se resuelva antes a través del diálogo.
Así lo señaló hoy el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, en un diálogo con periodistas extranjeros y nacionales en la ciudad portuaria de Guayaquil, donde defendió el derecho soberano de su país de otorgar asilo al fundador de WikiLeaks.
«Estamos estudiando las distintas estrategias jurídicas, pero quisiéramos que esto se resuelva por el diálogo», remarcó el mandatario tras insistir en que Assange podrá permanecer indefinidamente en la Embajada de su país en Londres.
La estadía del australiano en la legación sólo podría terminar «si el Gobierno del Reino Unido le otorga el salvoconducto, si el señor Assange renuncia al asilo o si el Ecuador retira el asilo a Assange, lo cual sólo ocurriría si cambian las circunstancias que motivaron el asilo», explicó.
De su lado, el vicecanciller ecuatoriano, Marco Albuja, afirmó que «hay varios dispositivos» que se podrían usar para llevar adelante la batalla legal.
La Corte de la Haya y el Consejo de Seguridad de la ONU están entre las opciones y Albuja remarcó que en el campo diplomático ya se han obtenido importantes apoyos a la posición de su país, como los de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Unión de Naciones Suramericana (Unasur).
Asimismo, el vicecanciller dijo confiar en una respuesta similar en la próxima reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y subrayó que «la presión mundial sobre Inglaterra es parte de la batalla diplomática».
Correa, por su parte, reiteró que ve en el diálogo un mecanismo de solución de la controversia, aunque recordó «la gravísima ofensa» de las autoridades británicas por «amenazar a Ecuador con violar la sede diplomática para arrestar al señor Assange».
El mandatario calificó como un «error» esa «amenaza» y dijo que tal vez se trató de un «desliz» de la diplomacia británica, porque una posible irrupción por la fuerza para detener a Assange en la Embajada ecuatoriana perjudicaría principalmente a ese país.
«Pese a esa impertinencia, a esa grosera e inaceptable amenaza, seguimos abiertos al diálogo; por supuesto esperaríamos, ni siquiera una disculpa, no pedimos eso, pero que Gran Bretaña se retracte del gravísimo error cometido», añadió.
«Estamos dispuestos a actuar amigablemente, más aún con un país -pese a que creo que han cometido algunos errores y abusos como el de las Malvinas-, con un país al que apreciamos mucho», manifestó el mandatario.
Sobre la posibilidad de que los lazos con Londres salgan afectados, Correa dijo que ello apenaría a su Gobierno y pueblo.
«Si el Reino Unido se distancia del Ecuador por haber otorgado asilo al señor Julian Assange, nos apenará muchísimo, apreciamos mucho al Reino Unido y sobre todo al pueblo del Reino Unido, pero Ecuador no claudicará su soberanía ante nadie ni ante nada», apuntó.
Además, subrayó que ni Assange ni Ecuador se han opuesto a que el australiano colabore con la justicia de Suecia, que lo reclama en extradición sobre supuestos delitos sexuales, que él ha negado.
«Jamás la posición, ni de Julian Assange ni peor, del Gobierno de Ecuador, ha sido que (él) no responda. No a los cargos porque todavía no hay cargos, que no contribuya a la investigación y resolución de esos delitos», sostuvo Correa.
«De hecho -dijo- hemos puesto a disposición las instalaciones de la Embajada de Ecuador en Londres» y si el fiscal sueco que sigue el caso lo quiere interrogar ahí, puede aún hacerlo, señaló el mandatario.
No obstante, aclaró que «lo que siempre se pidió para que Julian Assange pueda ir a Suecia (…) es la garantía de no extradición a un tercer país, lo que sí puede poner en riesgo la vida» del australiano, añadió.
«Como no se dio esa garantía, ni de parte de Inglaterra ni de Suecia, ese fue un factor fundamental para que Ecuador, soberanamente otorgue asilo al señor Julian Assange», insistió.
Agregó que en este caso «claramente han existido presiones políticas y no se ha seguido el debido proceso, por eso se dio asilo al señor Assange». EFE