Blanca, 27 años. Tengo una relación muy larga y estable. Toda mi familia me presiona para que me case, pero tengo varios motivos para no hacerlo. Para empezar, él es el único enamorado que he tenido. Jamás besé a otro hombre y a veces pienso que estoy con él solo por costumbre. Aunque resulte difícil de creer, nunca he tenido un orgasmo. Para mi, tener relaciones sexuales no es nada divertido. Me toca cerrar los ojos y pensar en otra cosa, de lo contrario me aburro. Más de una vez me enteré de sus infidelidades y lo perdoné. Ahora que veo que las cosas pueden tomar un rumbo más formal, tiemblo de miedo, pues no quiero estar atada a él para toda la vida.
Mi querida Blanca:
Definitivamente tienes corazón de mártir. Eres la única culpable de tu infelicidad por no haber terminado esa relación. Rompe de una vez por todas con tu novio y busca tu vida lejos de él.
Tu amiga Conchita