Los héroes del ‘Segundo Maracanazo’ ya están en casa. Liga arribó ayer pasadas las 11 de la mañana en medio del ambiente desbordante de celebraciones que cumple la ciudad de Quito, que junto al país se rinde a los pies del flamante monarca de la Copa Sudamericana 2009.
Al ritmo de banda de pueblo, banderas y chivas, los campeones fueron recibidos por una espectacular multitud de hinchas que se dio cita en los exteriores al Aeropuerto Mariscal Sucre de la capital. La plantilla universitaria tuvo que sortear varios inconvenientes durante su retorno de Brasil a Ecuador.
Su llegada estaba planificada para las 7h30, pero luego de cuatro horas pisaron suelo nacional, con la codiciada Copa que faltaba en sus vitrinas, para completar el trébol de títulos del continente (Libertadores, Recopa y Copa Sudamericana).
Miles de aficionados se apostaron en las afueras del aeropuerto y en las vías aledañas, con el firme objetivo de saludar a los ‘leones blancos’ que pusieron nuevamente al país en lo más alto del fútbol sudamericano. La plantilla, minutos después de aterrizar, abordó una plataforma, que los llevó a recorrer las principales calles de la ciudad en agradecimiento por el respaldo. Varios trabajadores de oficina, estudiantes y coches se sumaron a los festejos en la Plaza Indoamérica (Universidad Central), sitio tradicional de celebraciones. La mega caravana terminó en el estadio ‘Casa Blanca’, donde se abrieron todas las puertas para el gran festejo. Por último jugadores y cuerpo técnico almorzaron invitados por la dirigencia azucena.
Jorge Daniel Fossati, que consiguió con sobra de merecimientos, su segundo título internacional en el banco de los albos, cambiaría de aires para el próximo año. Qatar sería su destino. El estratega uruguayo asegura que no es cuestión de dinero lo que le impide continuar con los universitarios. Quiere estar cerca de su hija, que vive en Medio Oriente. Quizás la celebración de ayer fue la última del hasta ahora técnico de Liga. La buena campaña en la Copa Sudamericana, sin duda ha duplicado sus bonos. Deja a la ‘U’ en el casillero 15 del ranking mundial de clubes y sin duda que con este último título, el club escalará más. Misión cumplida. Fossati puede dormir en paz.
