La final del campeonato nacional que nadie se imaginaba, se jugará el fin de semana. Deportivo Quito y D. Cuenca pelearán por el cetro. Dos equipos que se han levantado de las ruinas en la presente temporada.
SUEÑAN EN OTRO TÍTULO
Los ‘chullas’ que vivieron serios problemas internos y especialmente financieros a inicios de año, han llegado lejos de la mano del técnico Rubén Insúa.
Los dirigidos por el ‘Poeta’ en varias fechas dejaron a un lado los problemas económicos. Se dedicaron a jugar, pese a tener los bolsillos vacíos. Los cambios, en el sillón presidencial hacían preveer que el club jugaría para salvar la categoría. Pero nos equivocamos. La llegada de Santiago Ribadeneira como presidente y la continuidad de Insúa al frente del equipo fue un acierto que está a la vista de todos. Disputarán la final del torneo local y su boleto a la Copa Libertadores de 2010 está asegurada. El coraje, la garra, el corazón y el empuje de una hinchada que siempre le tuvo fe a su equipo, lo ponen a soñar en la cuarta corona de su historia.
Pero esto no es todo. El pasado sábado en la Asamblea Extraordinaria del club azulgrana se decidió por unanimidad reformar los estatutos con el fin de que sea viable la alianza estratégica con el Grupo SEK de Chile, que empezará asumiendo el déficit financiero que viene acarreando el club desde hace varios años atrás y que el nuevo directorio tendrá nuevas caras. Estará conformado por José Enrique Navas, alto directivo de SEK como presidente y por Santiago Ribadeneira como vicepresidente. “Se viene una nueva era en D. Quito. buscaremos el éxito deportivo a nivel internacional”, puntualiza Ribadeneira.
INVICTOS Y CHIROS
Deportivo Cuenca, el otro finalista, también vive momentos amargos de los que se han levantado de la mano del ‘Bombero’ Paúl Vélez, que le cambio la cara al equipo, tras la salida apresurada de Guillermo Duró.
Los obreros cuencanos sin cobrar 4 meses alcanzaron el derecho a jugar la final. Abandonaron los problemas en el camerino. Lo demostraron, al salvar la categoría y al clasificar sorpresivamente a la liguilla, en la que terminaron invictos en las seis fechas y con el boleto en la mano para la Copa Libertadores de América del próximo año.
La taquilla del domingo ante Emelec sirvió para que la plantilla cobre a cuenta gotas sus sueldos que bien merecido lo tiene. La dirigencia sueña en cancelar las deudas, para que el equipo se concentre en conquistar una nueva estrella.