Nacional tiene nuevo timonel. El Contralmirante Ángel Sarzosa, miembro de la Fuerza Naval, toma la conducción de este barco famoso, que está metido en las aguas profundas de la tormenta.
Una tempestad de críticas azota al otrora ganador equipo criollo. La mano está cambiada en la tienda militar en los últimos años. Las desastrosas campañas han provocado la masiva retirada de la hinchada y las protestas en coro por los graves errores de la dirigencia, que terminó su mandato. La tribuna está seriamente enojada y la masa civil, reclama posiciones de injerencia en la cúpula directriz de la institución. Los tiempos de sequía en títulos provocaron paralelamente la huída masiva de los socios militares, tras la disposición castrense de aportación voluntaria y no exigida como era norma en los mejores tiempos. Obviamente, las finanzas sufrieron un duro golpe y el presupuesto alcanzó para armar un equipo del montón, que se paseó entre desdichas y papelones en el último campeonato, en el que inclusive estuvo al alcance del ‘fantasma del descenso’.
Sarzosa llega con las mejores intenciones y planes concretos. Espera el monto importante que tiene que recibir Nacional por el porcentaje de la transferencia de ‘Maravilla’ Valencia al Manchester United, para ejecutar con ‘la piel del oso en la mano’ el plan de armaje para el 2010. Baraja nombres, pero en completo secreto. Ratifica su aprobación al ‘plan de limpieza’. Anuncia en voz baja su determinación de bajarle el pulgar al ‘Turco’ Asad, que no está en facultades físicas para conducir. Llega con mano férrrea. (RCM)