Para celebrar el fin de cursos en una escuela de Canadá, los directivos pensaron que sería una buena idea invitar a un hipnotista para realizar un acto de entretenimiento con los alumnos. Así, Maxime Nadeau acudió al lugar para demostrar sus habilidades en un pequeño grupo de jóvenes mujeres de entre 12 y 13 años de edad.
Sin embargo, las cosas se salieron de control y cuando el acto supuestamente debió terminar, Nadeau descubrió que varias de las niñas seguían en el trance hipnótico y, lo que es peor, que él mismo era incapaz de despertarlas.