(EFE).- Con una historia vinculada desde lo afectivo con los colores xeneizes, Juan Román Riquelme irá este miércoles al estadio Pacaembú a por su cuarta Copa Libertadores y el séptimo título internacional de su carrera con Boca Juniors.
Con 34 años recién cumplidos, el creativo argentino nacido en la localidad bonaerense de San Fernando buscará cumplir con la promesa que le hizo a los hinchas en su último regreso: volver a disputar un Mundial de Clubes en Japón.
Dueño de una exquisita técnica, ‘el Torero’ espera agregar mayor contenido histórico a esa estatua de 2,20 metros de altura que tiene en el Museo de la Pasión Boquense.
Desde aquel 11 de noviembre de 1996, cuando debutó frente Unión de Santa Fe en el torneo local, Juan Román Riquelme ha construido una trayectoria que lo sitúa como el mayor ídolo de un club que el 3 de abril cumplirá 107 años de historia.
Fue uno de los máximos referentes del histórico equipo conducido por Carlos Bianchi que llevó a la institución argentina a su etapa más gloriosa con varios títulos locales e internacionales.
En 2002 fue traspasado al Barcelona a cambio de 13 millones de dólares pero al año siguiente pasó a Villarreal, donde jugó tres años.
Con un préstamo en 2007, el famoso autor del festejo ‘Topo Gigio’ regresó a Boca Juniors para conseguir en tan sólo 123 días la sexta Copa Libertadores con el club de sus amores, tras derrotar categóricamente en la final a Gremio.
Un paso fugaz a Villarreal terminó en 2008 con su regreso definitivo al club xeneize, donde firmó un contrato en 2010 por cuatro años con la intención de retirarse a la finalización del mismo.
Líder natural tanto dentro como fuera de la cancha, es un jugador exquisito y estratega que siempre ha demostrado un carácter fuerte, inclusive en varias situaciones límites que ha superado en su carrera.
Con la selección argentina disputó el Mundial de 2006, jugó la Copa América de 1999 y 2007, fue campeón del Mundial Sub’20 de Malasia’97 y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
El contrapunto de ‘códigos’ con Diego Armando Maradona en la previa del Mundial 2010 de Sudáfrica lo privó de participar en su segunda Copa del Mundo aunque todavía mantiene un futuro incierto con la selección albiceleste.
Pero su prioridad marca en el futuro inmediato, el objetivo de liderar a Boca Juniors hacia una nueva Copa Libertadores en territorio brasileño como lo hizo en 2000 y 2007.
Inmortalizado en una estatua, Juan Román Riquelme irá en busca de agregar un título más en la relación de idolatría que mantiene con el público xeneize. EFE
[…] para reaccionar, la transición entre la defensa y el ataque no funcionaba como era de esperar, con Riquelme vigilado siempre de muy cerca por la pareja de volantes del Corinthians, Ralf y […]