5 jun (EFE).- El serbio Novak Djkovic enmudeció la central de Roland Garros, tras salvar cuatro bolas de partidos y vencer al francés Jo-Wilfred Tsonga, por 6-1, 5-7, 5-7, 7-6 (6) y 6-1, en cuatro horas y nueve minutos, y pasar a las semifinales, donde revivirá el duelo del año pasado contra el suizo Roger Federer.
Tsonga, el primer francés en alcanzar los cuartos de final de todos los Grand Slams desde que comenzó la Era Open, revolucionó la pista Philippe Chartrier durante casi tres horas, pero la fortaleza mental de Djokovic pudo con el último galo de los 17 que entraron en liza, y «Nole» continuará luchando por convertirse en ganador del Grand Slam, aunque sea en dos años consecutivos.
Derrotado el pasado año en las semifinales de París por Federer, «Nole» ganó después en Wimbledon, US Open, y Abierto de Australia en enero, alcanzando ocho semifinales seguidas de estos grandes.
Tsonga abandona París, donde el sueño de un francés conquistando la Copa de los Mosqueteros se esfuma justamente hoy, 29 años después del triunfo de Yannick Noah.
Djokovic sigue en la capital francesa, asignatura pendiente del único Grande que le falta en su palmarés, después de una sesión de tierra batida en la que ha visto cómo Rafael Nadal le derrotaba en las finales de Montecarlo y Roma, insuflada su moral después de levantar por segunda vez (antes lo hizo ante el italiano Andreas Seppi en octavos) un partido que tenía perdido.
«No se ni cómo he ganado el encuentro después de salvar los cuatro puntos de partido. Jo ha sido el mejor jugador la mayor parte del duelo», dijo Djkokovic en pista, mientras que Tsonga admitió: «Me hubiera encantado ganar hoy».
El ambiente era el que al serbio le gusta. Pasión en las gradas, y el público encendido a favor de su rival, pero su guión se vio alterado por un Tsonga especialmente motivado por ser el último superviviente francés después de la derrota de Richard Gasquet ante el británico Andy Murray.
Y todo esto después de un comienzo arrollador de Djokovic que no hacía prever el resultado final, porque Novak endosó un parcial de 8-0 al francés para adelantarse en el marcador 6-1 y 2-0.
Pero Tsonga apretó los dientes y llevado en volandas por los 15.000 aficionados fue limando diferencias, lanzándose a un ataque feroz y contagiando a sus seguidores de su garra con dos roturas en el último juego del tercer y cuarto set.
Tsonga se quedó como una estatua con los puños cerrados y las venas del cuello a punto de explotar. Se ponía por delante en el marcador mientras que Djokovic perdía dos bolas en dos discusiones con el juez de silla y explotaba una bolsa de plástico que contenía un plátano contra su raquetero.
Para colmo el serbio sufrió un pinchazo en la pierna derecha durante el séptimo juego del cuarto set. Hablaba con su banquillo maldiciendo su suerte, «no puedo jugar», dijo, y sentado negaba con la cabeza, descorazonado, un preludio de la que podía ser su sexta derrota este año.
El público de la central bramó en los últimos juegos del cuarto set cuando Tsonga salvó un punto de rotura con un saque directo en el noveno juego, y explotó después cuando al siguiente el francés dispuso de dos bolas de partido. «Nole» salvó la primera con una arriesgada volea lanzándose sobre la red y la segunda con una derecha cruzada al ángulo.
El serbio volvió a salvar otras dos bolas de partido, con paraguas abiertos en la central. Y se llegó al desempate donde «Nole» se colocó con 4-2. Ahí empezó su gran reacción para ganar ese juego corto y lanzarse después a fondo.
Su rostro cambió y Djokovic se volvió agresivo, colocándose con 3-0 en el quinto set, mientras que Tsonga estaba tocado anímicamente, y dejaba escapar vivo al de Belgrado lanzado a por la victoria, que certificó a su primera oportunidad.
Djokovic se enfrentará con el suizo Roger Federer, que en tres horas y 14 minutos venció al argentino Juan Marín del Potro, por 3-6, 6-7 (4), 6-2, 6-0 y 6-3. EFE.