De acuerdo al estudio de la antropóloga Helen Fisher, el éxito en la alcoba puede conducir a mejoras en el campo laboral. Después del sexo, hombres y mujeres reciben una oleada de oxitocina y vasopresina en su cuerpo. Estos químicos naturales generan sentimientos de confianza, apego y calma. Por esto, para aquellos que tienen actividad sexual regular es más probable que se sientan más cooperativos y condecendientes, elementos clave para trabajar en equipo.