La piel siendo el órgano más grande del cuerpo humano y el sistema de protección ante el entorno, es quizá la parte menos cuidada del cuerpo humano.
La limpieza, la humectación y una alimentación sana son indispensables para mantener una piel saludable durante más tiempo. La piel debe recibir continuamente una serie de nutrientes para no alterar su crecimiento y apariencia, por esto es fundamental usar productos que mantengan las condiciones naturales de la piel.
Humectar el cutis es devolverle y mantener el nivel de agua óptimo para mantenerlo fresco y sin las marcas de la edad, por lo que es además recomendable utilizar un jabón con PH neutro y eliminar los jabones comunes que alteran radicalmente el ph de la piel, altamente alcalinos y dejan la piel totalmente desprotegida.
Para María Elena Vera, dermatóloga, los jabones comunes interrumpen las funciones normales de la piel, por lo que recomienda un producto sin alcalinidad y con un PH puro, como el del agua. Así recomienda Dove, ya que además previene el envejecimiento prematuro y la resequedad. Debido a la suavidad del producto es compatible en condiciones como acné, piel rosácea y dermatitis atópica. El resultado se podrá ver en siete días.
Así nació Dove en el mundo
Durante la II Guerra Mundial, se desarrolló un jabón con una fórmula especial para limpiar y asistir a los heridos del ejército. Allí nació la fórmula de Dove y desde entonces la marca utiliza como ícono una paloma, símbolo de la paz. Luego de una serie de investigaciones, en 1957 se lanzó el Jabón Dove en el mercado norteamericano.