Los equipos visitantes tomaron ventaja en el inicio de la primera fecha de la liguilla final. Deportivo Cuenca sorprendió en Guayaquil, y Deportivo Quito se tomó el estadio Bellavista de Ambato. En Riobamba, el Olmedo empató sin goles frente a Éspoli.
CALDERA FUE COLORADA
En el Capwell, el equipo de Paúl Vélez, se alzó con una sorpresiva victoria. Deportivo Cuenca venció 1×0 a Emelec. El gol lo marcó el argentino Ismael Villalba.
El inicio fue de ida y vuelta, con llegadas cargadas de peligros en ambos arcos.
Cerca de la media hora de juego, los dos equipos se quedaron con diez hombres. John García entró fuerte a Joao Rojas, que reaccionó y pateó al volante morlaco en el piso. El árbitro Carlos Vera mostró tarjeta roja directa al juvenil de los azules, y sacó la segunda cartulina amarilla al jugador austral.
El más perjudicado fue el cuadro eléctrico, ya que Rojas era uno de los jugadores de mayor dinámica y peligro.
El “expreso”, en el minuto 42 logró el único tanto del partido. Hólger Matamoros puso un pase cruzado de izquierda a derecha para que Édison Preciado reciba sólo, arrastre la marca de dos defensores y sirva un verdadero banquete a un Villalba que sin problemas derrotó a Marcelo Elizaga para enmudecer la Caldera del Capwell.
La parcialidad del “bombillo”, despidió a sus jugadores entre insultos y reclamos por su pésima actuación.
CHULLA SE TOMAN AMBATO
Deportivo Quito con garra y corazón venció por la mínima diferencia al Macará en el estadio Bellavista.
Un verdadero golazo de Michael Arroyo, a los 22 minutos de la primera parte fue suficiente para que los chullas dieran su primer golpe en el inicio de la liguilla final.
El volante del plantel azulgrana con un disparo desde afuera del área grande venció al golero ambateño Wilmer Zumba que no pudo hacer nada para evitar la caída. El equipo local desde el primer minuto presentó un planteamiento defensivo impuesto por el técnico Víctor Marchesini.
Los argentinos, Gabriel Fernández y Juan Carlos Ferreira no pudieron romper la muralla impuesta por Rubén Darío Insúa. Jheovanny Ibarra apagó el grito de gol de los celestes.