4 abr (EFE).- La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba se pronunció en solidaridad con el reclamo de Argentina por las Malvinas, al cumplirse 30 años del inicio de la guerra argentino-británica en 2012, informaron hoy medios oficiales.
«Las diputadas y diputados, miembros de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional (…) se solidarizan con la causa argentina en este empeño, y reiteran su convicción de que las Islas Malvinas son y seguirán siendo argentinas», indica una declaración del Parlamento divulgada por el diario oficial Granma.
El pronunciamiento resalta que el «desalojo por la fuerza de los argentinos de sus Islas Malvinas» está próximo a cumplir 180 años y «todavía ese hermano pueblo y su Gobierno continúan reclamando la devolución de la soberanía de ese territorio».
El Parlamento cubano también destaca que «la firmeza» de la «justa demanda» de Argentina ha sido respaldada por varias resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del Comité de Descolonización de ese órgano, de todos los países de América Latina y de distintos foros internacionales parlamentarios.
En ese sentido, declara su adhesión a la posición del Parlamento Latinoamericano de apoyar «firmemente» la soberanía argentina sobre las Malvinas y otros territorios insulares, y que insta a concretar su «acto de descolonización».
La Asamblea de Cuba llama asimismo a los legisladores de otros parlamentos internacionales, regionales, federales y nacionales a que se pronuncien «en favor de estimular el proceso de negociaciones» que según la ONU debe realizarse para restituir a Argentina su derecho.
En 2012 se conmemora el 30 aniversario de la toma de las islas Malvinas por tropas argentinas que hizo estallar una guerra contra el Reino Unido el 2 de abril de 1982.
La guerra por la soberanía de Malvinas concluyó con la rendición argentina el 14 de junio de 1982 y dejó cerca de 900 muertos, en su mayoría argentinos.
Después de la guerra, Argentina y el Reino Unido entablaron negociaciones para normalizar sus relaciones pero sin tocar el tema de la soberanía. EFE