15 mar (EFE).- El Juventus de Turín intentará este sábado no dejar escapar y meter presión al líder de la Primera División (Serie A) de la Liga italiana de fútbol, el Milán, que se mantiene, de momento, inalcanzable al frente de la tabla con cuatro puntos de ventaja sobre los turineses.
Para ello, el Juventus deberá ganar al Fiorentina, un rival más o menos asequible, y esperar a que el Milán, que también juega fuera de casa, pinche con el Parma, un equipo que, como los toscanos, se encuentra en la zona medio-baja de la clasificación con unos resultados discretos.
La lucha en lo alto de la cumbre de la Serie A italiana tendrá lugar el sábado, pues el Milán abre la vigésimo octava jornada a las 17.00 hora GMT e inmediatamente después, a las 19.45 GMT, el Juventus tendrá que hacer sus deberes, que, en cualquier caso, pasan por lograr los tres puntos para que la ventaja de los hombres de Massimiliano Allegri no se haga insalvable.
El clima de tensión y rivalidad entre Juventus y Milán va en aumento por momentos, a solo cinco días de que ambos se enfrenten en el partido de vuelta de la semifinal de la Copa Italia, al que los turineses llegan con la ventaja que le da la victoria por 2 a 1 cosechada en la ida en el Estadio milanés «Giuseppe Meazza».
En las últimas jornadas, en el Juventus se ha responsabilizado a los desaciertos arbitrales de que el equipo no haya obtenido mejores resultados -en su mayoría han sido empates-, lo que podría haber hecho que hoy fueran ellos los líderes del campeonato.
Después de que el presidente del Juventus, Andrea Agnelli, dijera el lunes que tienen que «luchar contra todo y contra todos» esta temporada, Allegri contraatacó ayer reprochando que haya quien se dedique solo a ver los fallos arbitrales en su contra y no a su favor, creando una tensión «demasiado alta» que el Milán no fomenta.
El último ejemplo de esa actuación arbitral insatisfactoria para el Juventus fue la del pasado domingo, en un partido contra el Génova en el que los turineses fueron muy superiores, pero en el que acusaron también la mala suerte, con varios palos en pocos minutos, que dejaron el 0-0 final en el marcador.
En esta vigésimo octava jornada, el equipo «blanquinegro» tendrá en frente a un Fiorentina que llega necesitado de una victoria para poder, incluso, salir de la apretada mitad baja de la tabla, después de perder por 1 a 0 el pasado fin de semana.
Por su parte el Milán, que llega con los deberes hechos con la clasificación para cuartos de final de la Liga de Campeones (el único equipo italiano que queda en la competición), intentará repetir la victoria contra el Lecce (2-0) del pasado domingo ante el Parma, que no pudo más que empatar a 1 contra el Atalanta en la anterior jornada.
La duda para Allegri es si finalmente podrá contar con el brasileño Robinho para el partido, después de ayer tuviera que interrumpir el entrenamiento por una contusión en la pantorrilla derecha, toda vez que sigue sin poder alinear a Pato, Clarence Seedorf y Maxi López, entre otros.
Por detrás de Milán y Juventus, el tercer clasificado, el Lazio, se ve las caras con el Catania el domingo, con la imperiosa necesidad, al menos, de conseguir un punto, pues a dos le siguen el Nápoles, que deberá redimirse en el «calcio» de la eliminación anoche en Liga de Campeones ante el Chelsea, y el Udinese.
Estos dos últimos equipos, empatados a 46 puntos, mantendrán este domingo un encuentro directo por la cuarta plaza y puede que también por la tercera si el Lazio cede ante el Catania.
El Roma del técnico español Luis Enrique, que viene de ganar al Palermo, necesita también de la victoria ante el Génova para conservar su sexta plaza, pues a un solo punto le sigue el Inter de Milán del italiano Claudio Ranieri, que busca venganza de la eliminación de la Liga de Campeones ante el Atalanta.
Completan la jornada el Cagliari-Cesena, el Lecce-Palermo, el Bolonia-Chievo y el Siena-Novara. EFE