15 mar (EFE).- La vieja guardia del Chelsea se reivindicó, tal y como sucedió en la gloriosa etapa «blue» con José Mourinho al mando, y salvó a su equipo con un gran partido en la eliminatoria de vuelta de la Liga de Campeones ante el Nápoles.
La veterana columna vertebral del equipo es la que ha mantenido al conjunto «blue» vivo en la máxima competición continental y jugadores como John Terry, Frank Lampard o Didier Drogba, desacreditados en varias ocasiones por el anterior técnico André Villas-Boas, son los que han clasificado al equipo para cuartos de final.
Estos tres jugadores, muy afines al antiguo entrenador del Chelsea y actual técnico del Real Madrid, José Mourinho, fueron, según los medios de comunicación británicos, los responsables de la destitución del portugués Villas-Boas hace apenas diez días.
Villas-Boas, de 34 años, un técnico joven que llegó al club de Londres avalado por sus buenos resultados con el Oporto portugués, intentó rejuvenecer al equipo y cambiar la filosofía de juego de los de Londres.
Jugadores como Daniel Sturridge (22 años), David Luiz (24), Oriol Romeu (20) o Fernando Torres (27) pasaron ser titulares en un conjunto que buscó reinventarse y dar paso a futbolistas jóvenes y con más futuro.
La apuesta del presidente del club, el ruso Román Abramóvich, por un entrenador joven y con futuro, que además costó al magnate 13 millones de libras (alrededor de 15 millones de euros), apenas duró ocho meses y 40 partidos.
Tras la destitución de Villas-Boas, Abramóvich optó por un entrenador de perfil bajo como es el italiano Roberto Di Matteo, que otorgó, en los tres partidos disputados hasta la fecha, la dirección del equipo a los pesos pesados del club.
Jugadores como Terry (31 años), Ashley Cole (31), Lampard (33), Malouda (31), Essien (29) o Drogba (34), relegados al banquillo en más de una ocasión por en anterior técnico, han aparecido en todos los partidos con el nuevo entrenador.
La remontada de la eliminatoria y la clasificación para cuartos de final de la Champions muestra, una vez más, la gran importancia de la vieja guardia en el seno del vestuario «blue».
Tres victorias consecutivas -en Premier, Copa y Champions- suma Di Matteo tras la destitución del Villas-Boas, en lo que se puede ver como una victoria del «viejo Chelsea» y una derrota del portugués, que intentó cambiar las cosas en un vestuario muy veterano.
El marfileño Drogba, de 34 años, sujeto a los rumores sobre su posible marcha a final de la presente temporada, cuajó ayer un partido memorable y, tras el encuentro volvió a mostrar su deseo de renovar su contrato con el conjunto de Londres.
Además de Villas-Boas, otro de los peor parados tras la victoria del Chelsea ayer es el delantero español Fernando Torres, a la sombra de Drogba y que apenas pudo demostrar nada en los sesenta minutos de los que dispuso ayer sobre el césped de Stamford Bridge.
El delantero madrileño contabilizó un partido más sin marcar y ya suma 25 encuentros consecutivos sin ver portería.
El «9» del Chelsea apenas ha conseguido cinco goles en 51 partidos tras su traspaso por 50 millones de libras (60 millones de euros) en enero de 2011 procedente del Liverpool. EFE