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1 mar (EFE).- La Iglesia de Inglaterra pidió hoy «disculpas sin reservas» por casos de abusos sexuales de menores cometidos en el pasado por parte de miembros del clero anglicano.

Las disculpas de la iglesia están relacionadas con los casos de los sacerdotes Roy Cotton y Colin Pritchard, que continuaron en sus labores en los pasados años 90 a pesar de que tenían antecedentes penales de abusos deshonestos de menores.

El obispo Paul Butler, miembro del llamado grupo de protección de la Iglesia de Inglaterra, señaló hoy en un comunicado que los religiosos manifiestan su «gran tristeza y profundo pesar» por lo ocurrido y reconocen el daño causado a las víctimas.

«Expresamos disculpas sin reservas por estos casos en los que fallamos al no tomar las medidas que debíamos haber tomado para impedir el daño ocasionado a niños y adultos vulnerables», agrega.

Un informe independiente a cargo de Roger Meekings sobre los religiosos, divulgado hoy, indica que a los dos -que oficiaron en la diócesis de Chichester (sureste de Inglaterra)- se les permitió continuar con su trabajo si bien tenían antecedentes penales de abusos deshonestos de menores.

Roy Cotton fue ordenado sacerdote en 1966 a pesar de que había sido procesado y condenado por molestar a un menor en Eastbourne, sureste de Inglaterra, en los pasados años 50. Con el tiempo, Cotton siguió con su trabajo y llegó a abusar de otros diez pequeños.

De acuerdo con el llamado «informe Meekings», Cotton pudo ser ordenado porque había pasado mucho tiempo desde que fue procesado en 1954 y porque no se consideró la seriedad del delito.

Además, por ese entonces no se creía demasiado en las declaraciones que hacían las víctimas de los abusos.

Según detalles de estos casos, Cotton fue compañero de Colin Pritchard en el mismo colegio teológico inglés al que ambos habían acudido cuando aspiraban al sacerdocio.

Los dos fueron detenidos en 1997 por la Policía bajo la sospecha de haber abusado sexualmente de menores, pero fueron después puestos en libertad bajo fianza y nunca fueron procesados.

Al ofrecer hoy las disculpas, el obispo Paul Butler dijo que la iglesia ya cuenta con medidas para proteger a los niños.

«Hubo progresos considerables en el seno de la Iglesia de Inglaterra y confiamos en que nuestras políticas (de protección) son ahora más serias que en el pasado», agregó el obispo.

El obispo también animó a la gente a denunciar casos de pederastia entre los religiosos.

«Cualquiera que ha experimentado abusos en la iglesia o tiene información o una preocupación sobre la idoneidad de una persona que trabaja con niños y adultos vulnerables en el seno de la Iglesia debería compartir esas preocupaciones con las autoridades», dijo.

El arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams, ordenó el año pasado una investigación (al margen del informe Meekings) en la diócesis de Chichester (sureste de Inglaterra) sobre casos de abusos sexuales de menores.

La investigación tiene por objetivo analizar por qué Cotton y Pritchard fueron autorizados a seguir en sus puestos a pesar de sus antecedentes de pederastia.

Según los medios británicos, estos casos podrían destapar la situación sobre los abusos en el seno de la Iglesia Anglicana, tras el escándalo protagonizado por la Iglesia Católica en países como Irlanda. EFE

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Por ccarrera