El cine celebra al cine: cualquiera sean los resultados de la entrega de los premios Oscar, hoy está claro que la industria de Hollywood tiene la mirada puesta en sí misma
No se trata sólo del show que protagonizan sus estrellas sobre la alfombra roja más observada del año, frente al Teatro Kodak de Los Ángeles, sino también del tono autorreferencial que tienen las dos cintas más nominadas para este 2012.
‘Hugo’, que acumula 11 candidaturas, y ‘El artista’, con 10, son películas de cine sobre cine: la primera, una aventura entre relojes y proyectores nacida de la dirección del veterano Martin Scorsese en su debut en el formato 3D, rescata con calidez la figura del pionero del celuloide George Méliès; la segunda, francesa y en blanco y negro, es un homenaje a la época dorada del cine mudo.
Muchos han comparado la carrera al Oscar con la de las primarias republicanas, que tiene en vilo a Estados Unidos en estos días y que, con cada nueva encuesta, deja en evidencia que los favoritos de hoy pueden no serlo mañana. En Hollywood, como en la política, todo puede pasar.
A horas de la ceremonia, les presentamos 10 claves para entender y disfrutar la entrega número 84 de los Oscar de la Academia estadounidense.
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EL AÑO DE LA NOSTALGIA
Los críticos de cine en Hollywood no tardaron en notar la tendencia: si algún tema común recorre las cintas que pasaron por los cines en 2011 es el de la nostalgia. Una mirada cándida al pasado, una celebración de logros de otras eras.
Por empezar, las dos películas más nominadas, ‘El artista’ y ‘Hugo’, son tributos al cine en sus orígenes. Pero las obras de Michel Hazanavicius y Martin Scorsese, ambos aspirantes también al premio de mejor director, no están solas: ‘Medianoche en Paris’, de Woody Allen, es un viaje en el tiempo a la Ciudad Luz efervescente de los años ’20 y ‘El árbol de la vida’, de Terrence Malick, es un retrato de una niñez de suburbio en los años ’50 y una exploración metafísica de los orígenes de la vida misma.
Luego, ‘War Horse’, la pieza bélica de Steven Spielberg, lleva en viaje sentimental a la primera Guerra Mundial y la aclamada ‘The Help’ (titulada en español ‘Criadas y señoras’ o ‘Historias cruzadas’) tiene reminiscencias del cine social en plena época de lucha por los derechos civiles, situada en el sureste estadounidense de los ’60.
Incluso ‘Los descendientes’ rememora la producción de pequeña escala que ganaba la atención de la Academia en los años ’70 y ’80, y luego ‘Mi semana con Marilyn’, que no compite como mejor película pero aspira a premios de actuación, está teñida por el recuerdo edulcorado del Hollywood dorado de mediados del siglo XX.
¿Mera coincidencia? Algunos así lo consideran.
“Simplemente las buenas películas de este año tratan sobre eso. No quiere decir que si el año que viene le va bien a ‘Prometeus’ pueda hablarse de que se impone la ciencia ficción”, dice a BBC Mundo Gabriel Lerman, miembro de la Asociación de Periodistas Extranjeros de Hollywood y votante de los Globos de Oro.
Para otros, en tanto, más que un ensalzamiento del pasado hay que hablar de un descontento sobre el presente, en tiempos de industria en crisis y de una brecha cada vez mayor entre películas ‘populares’, de altos niveles de audiencia, destinadas mayormente a un público adolescente y, como consecuencia, con tramas y estéticas menos cuidadas y películas ‘nostálgicas’ más adecuadas para recoger premios.
Más candidaturas, menos espectadores
La gran favorita del año es ‘El artista’ una película generada por fuera de los grandes estudios y con bajo presupuesto, costó unos 15 millones y fue rodada completamente en Los Ángeles, recreando el Hollywood de los años ’20, aunque con financiación francesa, que pocos presagiaban fuera a lograr una decena de nominaciones.
Pero no sólo su presupuesto ha sido magro, sino también su recaudación: una cinta de cine mudo y enteramente en blanco y negro no es el producto más apetecible para los complejos de salas que buscan público masivo.
Así, la película francesa había recogido en la boletería estadounidense apenas US$12 millones antes de la avalancha de menciones y ahora los Oscar pueden servirle de disparador para mejorar sus rendimientos.
De hecho, sólo una de las nominadas a mejor película este año superó la barrera de los US$100 millones que establece la industria como parámetro de éxito y lo logró ‘The Help’, y el promedio de ingresos de las nueve candidatas es de US$62 millones, menos de la mitad del que fue en la pasada edición del Oscar.
Históricamente, a la Academia estadounidense no le favorece que las películas destacadas hayan tenido poco público, porque ello repercute en bajos niveles de audiencia para la ceremonia de febrero. La estrategia de aumentar el número de filmes candidatos al premio mayor en los últimos años, nueve, esta vez es un intento por revertir la franca caída de televidentes: a mayor oferta, es más probable encontrar algo del gusto de cada quien y lograr mejor sintonía televisiva para la larga ceremonia del Kodak.
Balla de actrices
Los críticos coinciden en que las categorías más interesantes y abiertas en este año son las que reconocen la actuación. En el rubro de protagónico femenino, allí está Meryl Streep, quien recibió su decimoséptima nominación gracias a su retrato de Margaret Thatcher en ‘La Dama de Hierro’ y rompió su propio récord de la actriz con más postulaciones de la historia del Oscar (le siguen Jack Nicholson y Katharine Hepburn, con 12 cada uno). Aunque la versátil Streep sólo ha ganado dos veces, la última hace 29 años.
También Glenn Close figura en la lista, tal como ocurrió en seis ocasiones anteriores aunque nunca ha alzado la estatuilla en sus manos. Por tercera vez en la historia, compite en la categoría contra Streep y, curiosamente, si los pronósticos no fallan podría repetirse el traspié del pasado: cuando ambas fueron candidatas a la vez, en 1988 y 1989, perdieron a manos de una tercera postulante, que este año todo indica podría ser Viola Davis. Con su primer protagónico, la actriz afroamericana ya se ha llevado el Globo de Oro y el premio del Sindicato de Actores por su papel de la criada Aibileen Clark en ‘The Help’ y hoy podría continuar la racha.
Junto a Streep, Close y Davis, la categoría la completan Michelle Williams, quien se convirtió en la «bomba rubia» de «Mi semana con Marilyn», en una meticulosa reconstrucción física y gestual de la diva Monroe y la enigmática Lisbeth que creó Rooney Mara para ‘La chica del dragón tatuado’.
… y actores debutantes en contra de especializados
Entre los hombres, la lucha es entre veteranos y primerizos: George Clooney intentará sumar un Oscar por actuación principal con ‘Los descendientes’ al que ya consiguió como actor de reparto por ‘Syriana’ (2005), Brad Pitt vuelve a intentarlo con su papel de un empresario del béisbol en ‘Moneyball’, mientras que Gary Oldman ha conseguido por fin su primera nominación al Oscar tras una larga trayectoria en la industria por su papel de un espía silencioso en ‘El topo’.
Contra ellos se miden dos extranjeros recién llegados al cine de grandes ligas: el mexicano Demián Bichir y el francés Jean Dujardin. Mientras que Bichir fue la sorpresa del listado, el galán de ‘El artista’ ya ha recibido el premio del Sindicato de Actores y el Independent Spirit, apenas 24 horas antes del Oscar, y ha compartido el de los Globos de Oro con Clooney (ya que estos últimos reconocen al mejor actor de comedia y al de drama por separado). Y hay más nominados de primera vez: la joven Rooney Mara entre las actrices principales; cuatro de las cinco postulantes en la categoría de actuaciones secundarias Bérénice Bejo, Jessica Chastain, Melissa McCarthy y Octavia Spencer, en un rubro que completa Janet McTeer y Jonah Hill entre los hombres de reparto.
Aunque esta última categoría ya tiene un galardonado casi seguro, de acuerdo a las especulaciones: Christopher Plummer, por su papel de un viudo que reconoce tardíamente su homosexualidad en ‘Beginners’. A los 82 años, el ex Capitán von Trapp de ‘La novicia rebelde’ (1965) podría convertirse en el actor de mayor edad en jamás recibir un Oscar.
Curiosamente, quien podría arrebatarle el mérito es otro actor de la misma edad: Max von Sydow, por su participación en el drama ‘Extremely Loud and Incredibly Close’.
Latinos con aspiraciones
Aunque los hispanos constituyen 16% de la población de Estados Unidos, su representación en la Academia del Cine es mucho más baja: un estudio reciente del periódico Los Angeles Times revela que son apenas 2% de los votantes.
Y en términos de candidaturas, hay apenas una decena de nombres de este origen en la contienda de 2012, entre los que se cuenta desde la música del español Alberto Iglesias, nominado en dos ocasiones anteriores y ahora con posibilidades por la banda de ‘El topo’ hasta la cinta ‘Gato con Botas’, que tuvo al mexicano Guillermo del Toro como productor ejecutivo. El que suena más fuerte en los pronósticos es Emmanuel Lubezki, mexicano y responsable de la fotografía impecable y dramática de ‘El árbol de la vida’. También está en carrera la argentina Bérénice Bejo, radicada en Francia y candidata como actriz de reparto por ‘El artista’, y el mexicano Demián Bichir por su papel de un inmigrante indocumentado en ‘A better life’: el segundo actor de su país en ser nominado a los Oscar, después de Anthony Quinn.
«Ha sido un viaje muy loco y también un honor ser parte de esa lista. He visto al menos 10 actuaciones este año que merecerían la mención, así que ver mi nombre allí ya se siente como un triunfo”, señaló Bichir a BBC Mundo, frente a su nominación.
El colombiano Rodrigo García, hijo del premio Nobel Gabriel García Márquez, es el responsable de ‘Albert Nobbs’, una cinta que no compite por sí misma pero ha dado dos actrices a las listas: Glenn Close como protagonista y Janet McTeer por reparto, además de cosechar candidatura por mejor maquillaje.
Animada e inusuales
Como todos los años, la lista de candidatos de la Academia depara sorpresas a críticos y público común por igual, y esta vez una de las que generó más de un gesto de incredulidad fue la de mejor largometraje de animación.
Allí se medirán las súper producciones ‘Kung Fu Panda 2’ y ‘Gato con Botas’ con la favorita y sugerente ‘Rango’, con la voz de Johnny Depp y la dirección de Gore Verbinski, el mismo de ‘Piratas del Caribe’ y, para completar, dos cintas que no sólo son extranjeras sino que reivindican el trabajo a mano y la animación artesanal en dos dimensiones.
Se trata de la española ‘Chico y Rita’, un viaje desde La Habana al ritmo del jazz latino, que hace las delicias de los melómanos y tiene detrás a la dupla de Fernando Trueba y Javier Mariscal y la francesa ‘Un gato en Paris’, una historia para niños de los directores Alain Gagnol y Jean-Loup Felicioli.
¿Cómo es que dos trabajos en lengua no inglesa logran colarse en una categoría que suele ser altamente competitiva y está copada por los grandes estudios? Algunos lo interpretan como una señal de apertura auspiciosa, la misma que ha hecho que este año la película iraní ‘Una separación’ no sólo compita en el segmento de cintas extranjeras sino también en el de mejor guión original, junto a ‘El artista’ o ‘Medianoche en Paris’.
Otros señalan que marca un año poco prolífico en cintas de calidad que ha complicado la selección, del mismo modo que en la categoría de mejor canción original sólo quedaron dos candidatas pese a 39 temas enviados a consideración a la Academia: sólo un par, la de ‘Los Muppets’ y la de ‘Rio’, superaron la puntuación mínima exigida para seguir en carrera a la fase final. “Se presentaron 16 películas estadounidenses y no lograron quedar. Esta selección señala que algo le está pasando a la industria del dibujo estadounidense, porque para completar la categoría hubo que considerar películas extranjeras e independientes”, señala a BBC Mundo el animador Raúl García, miembro de la Academia.
Afuera quedaron ‘Las aventuras de Tintín’, de Spielberg, ‘Arthur Christmas 3D’ y la secuela de Disney ‘Cars 2’, entre otras.
Las ausencias
La categoría de animación dejó fuera a una favorita, ‘Las aventuras de Tintín’ del director Steven Spielberg, que se alzó con un Globo de Oro hace unos meses. Y la exclusión alimentó el debate que siempre se genera cuando se conocen las listas de nominados.
El caso de la producción de Spielberg es más complicado, porque está basado en una regla de la Academia estadounidense sobre qué criterios debe cumplir una película para ser considerada animación. Aquí, ‘Tintín’ está realizada con el método conocido como ‘motion capture’, que captura el movimiento de personas reales y luego trabaja con el dibujo sobre esas imágenes, una técnica que la Academia no recibe de buen grado.
Otros casos, en cambio, fueron catalogados por alguno como omisiones infundadas o meros olvidos para este año. En la lista de ‘los olvidados’ figura el actor Leonardo DiCaprio, por su papel en ‘J. Edgar’, sobre el ex director del FBI Edgar Hoover, que tampoco ha sido reconocida como película ni ha ganado menciones para su director, Clint Eastwood.
Además está Ryan Gosling y la película ‘Drive’, que él protagonizó y por la que el actor Albert Brooks merecía, para muchos, también una nominación. O el drama de contenido sexual explícito ‘Shame’, con Michael Fassbender como rostro protagónico, nominado para los BAFTA y los Globos pero ausente de las categorías mayores del Oscar en lo que muchos consideran es consecuencia de una temática poco apropiada para dejar satisfechos a los votantes del Oscar, por cuestiones de edad.
Después de los premios Independent Spirit, entregados el sábado, algunos dejaron notar además la ausencia de la novata Shailene Woodley en las listas de la Academia: por su papel en ‘Los descendientes’ se llevó la presea independiente a mejor actriz de reparto.
Quienes deciden los ganadores
Precisamente, la composición demográfica de la Academia del Cine ha estado presente en el debate, a partir de un estudio publicado por el diario LA Times.
Los miembros de este organismo son quienes deciden cada año los Oscar: unas 6.000 personas, cuyas identidades no son oficialmente publicadas por la Academia, que representan a distintos sectores de la industria del cine.
Según el informe, los votantes son mucho menos diversos que el público que acude al cine: 94% de ellos son blancos (caucásicos), mientras que los latinos son menos de 2% del total, una cifra similar a la de los miembros afroamericanos.
Además, 77% de ellos son hombres y tienen una edad promedio de 62 años, muy por encima de la media de las audiencias tanto doméstica como internacional que son, en definitiva, las que mantienen en movimiento la maquinaria hollywoodense.
Sin embargo, su opinión está teñida de un prestigio mayor al de otros premios, porque representan las voces de la industria misma: son actores, escritores, técnicos, animadores votando por sus colegas, a diferencia de los Globos de Oro que son definidos por periodistas. El procedimiento de votación en la primera etapa, la de las nominaciones, establece que cada miembro manda sus sugerencias en la especialidad a la que él mismo representa –así, un fotógrafo dará sus favoritas para la categoría de cinematografía, un actor elegirá a otros actores, etcétera-, además de la de mejor filme extranjero.
Luego, en la votación final, todos ellos emitirán su veredicto en las 24 categorías en disputa, en un procedimiento secreto cuyos resultados con celosamente cuidados por fiscales externos a la Academia, hasta que hoy se revelan en el escenario.
Campañas polémicas
La carrera al Oscar no es sólo una cuestión de prestigio sino de dinero: detrás de una nominación o un triunfo se esconde la oportunidad de mejorar sensiblemente la recaudación de taquilla, así como de conseguir mayor distribución internacional, financiación para nuevos proyectos o trabajos futuros en la industria.
Este año, la proyección de ‘El artista’ ha sacado a debate el rol que juega el lobby y la promoción agresiva a cargo de distribuidores y publicistas. Y el hombre en el centro de las miradas es el empresario Harvey Weinstein, el ex fundador de Miramax y ahora dueño de la distribuidora The Weinstein Company junto a su hermano Bob.
Para muchos, Weinstein es el más hábil impulsor de títulos hacia el premio mayor de Hollywood, en verdaderos ‘raids’ promocionales que han logrado, según los críticos, desbancar a películas con rótulo de favoritas a favor de otras con menos chances.
El año pasado, el hombre estuvo detrás de la coronación de ‘El discurso del rey’ por encima de ‘Red social’. Esta vez, apostó por ‘El artista’ y la convirtió en un éxito de crítica pese a ser una película independiente y francesa –dos desventajas para iniciarse en la carrera del Oscar-, a fuerza de asociarla con el cine mudo de Hollywood y desvincularla tanto como fuera posible de su carácter de ‘extranjera’.
Aunque no suba al escenario, muchos coinciden en que Weinstein es quien más razones tendrá para celebrar si la 84va. gala se convierte en la noche de la cinta de Hazanavicius: se trataría del segundo filme mudo en la historia de la Academia en ganar el premio mayor (la anterior fue en 1929). Otros, en cambio, consideran que el poder del Weinstein y el lobby en la industria ha sido exagerado.
“Al final del día, lo que importa es que tu filme sea el mejor. Hay que hacer campaña para que los votantes sepan que tu filme existe, pero a la hora de tener la papeleta en la mano ellos van a votar por lo que crean quevale la pena, no hay que subestimar a estos profesionales y creer que se pueden manipular tan fácilmente. Aunque es cierto que hay muchas películas muy buenas que, si no hacen campañas, quedan perdidas en la montaña de ofertas que hay cada año”, dijo a BBC Mundo el publicista Joshua Jason, que este año coordinó con éxito la carrera de ‘Chico y Rita’ y ‘Un gato en Paris’.
Las luces del show
Más allá de los pronósticos y los rendimientos comerciales, el Oscar es la gala, la fiesta, las luces puestas sobre el Hollywood Boulevard y su desfile de limosinas.
¿Qué traerá este año la entrega? Más allá de los secretos que siempre intentan preservar los productores, se sabe que Billy Crystal está de regreso.
El comediante será el anfitrión de la noche después de una ausencia de ocho años y de varios intentos de los organizadores de remozar el show, con los números cantados de Hugh Jackman en 2009 o la presentación a dúo de los jóvenes Anne Hathaway y James Franco en 2011 como un intento de acercar televidentes de nuevas generaciones, que duramente criticada y considerada un fracaso con las cifras del rating a la vista.
Los puristas de Hollywood celebran el regreso de Crystal porque, si bien no se trata de un movimiento osado o novedoso, garantiza solidez a cargo de uno de los ‘históricos’ de la ceremonia: Crystal es la segunda figura que más galas del Oscar ha liderado, después de Bob Hope. El año pasado, la fiesta del Teatro Kodak logró una audiencia de 37,6 millones en Estados Unidos –contra, por ejemplo, 111 millones del último Súper Bowl-, alrededor de 10% menos que en 2010.
Cualquier cosa que valga para mejorar esos números será considerada un éxito. Entre las apuestas está un espectáculo visual del Circo del Sol, diseñado especialmente para la noche del Oscar con más de 50 artistas de la compañía llegados de todo el mundo, y probablemente un segmento presentado por la Rana René y Miss Piggy para dejar contentos a los fanáticos de ‘Los Muppets’.
De todos, el que ya cuenta con un Oscar en casa es el español Fernando Trueba, ganador en 1994 y ahora concursante con el largometraje “Chico y Rita” en la categoría animación, que codirigió con su amigo y colega Javier Mariscal.
“Tengo 18 años más, veo las cosas mucho más tranquilo, pero igual tengo mucha ilusión. Nos dio mucha alegría que fuera nominada la película porque es un proyecto muy arriesgado, en el que hemos invertido mucho tiempo, mucho trabajo”, dijo Trueba a BBC Mundo.