En el último fin de semana, el presidente de la república, Rafael Correa, anunció la destitución del ministro de salud, David Chiriboga, debido a las constantes falencias del sistema hospitalario. Buena decisión en todo caso, pero un poco tardía, puesto que desde hace meses no se han presentado soluciones definitivas a los problemas de la Salud Pública. Los procesos tampoco se han concluido, por lo que el descontento de los ciudadanos es cada vez mayor. Aún se espera que los niños tengan buena atención médica y sobre todo que las infraestructuras no representen un peligro. Tal como sucedió en días anteriores en las instalaciones del hospital de niños Baca Ortiz de Quito.
Esperemos entonces que el siguiente funcionario, encuentre las soluciones que tanto esperamos.