Los últimos tres meses han sido de incesantes lluvias, fuertes vientos y bajas temperaturas en la capital, factor que según la Dirección Nacional de Salud de Pichincha es una de las causas de la propagación de epidemias respiratorias.
Datos de esta entidad, indican que más de la octava parte de los pacientes que ingresan por consulta externa a los hospitales y centros médicos de la provincia, lo hacen por esa causa. Según este informe, también enfermedades como faringoamigdalitis, amigdalistis, rinitis, infecciones de los oídos, resfriados y neumonía, son los principales cuadros que se atienden.
Así mismo, los niños, los adultos con enfermedades respiratorias crónicas y las personas con problemas de presión, son los más propensos a adquirirlas.
La pediatra Carla Noboa, quien tiene un consultorio particular en el Sur de la ciudad, indicó que una de las formas de prevenir dichas enfermedades, es tratar de evitar el contagio, ya que aseguró que la principal forma de diseminación, es porque los niños acuden enfermos a las escuelas y transmiten las afeccciones bacterianas o virales.
Esta contaminación se torna recurrente, pues quienes se encuentran bien se vuelven a enfermar y se forma una cadena que no termina.
Una de las alternativas para evitar la dispersión, según Noboa, es no enviar a los pequeños a la escuela, si presentan síntomas de estos malestares.
Otra opción para prevenir la enfermedad que recomienda la doctora, es vacunar oportunamemte a los niños.
La vacuna dura un año. Se aplica vía intramuscular y a las dos semanas empieza a proteger contra la afección.
El costo de la misma es de 15 dólares para menores de 5 años y 20 para personas de 6 años en adelante.
Pablo Ramos, quien acudió con su niño a la consulta pediátrica, señaló que vacunará al pequeño, ya que desde noviembre se ha enfermado dos veces y gasta mucho en comprar las medicinas.