Vie. Sep 20th, 2024

El equipo de Bauza está en el filo de la navaja. La plantilla llega seriamente disminuida por la fatiga, tras el salvaje esfuerzo físico realizado en más de 60 partidos, que han provocado paralelamente una cadena de lesiones que alcanzan el pico de alarma, ahora que debe jugar las dos finales ante la hambrienta ‘U’ de Chile, que cual ‘perro de presa’, apunta todos los cañones buscando la primera corona internacional de su historia.
Es una final abierta, en la que difícilmente se puede hablar de un favorito. El equipo araucano llega con el membrete de invicto, con una fortaleza sicólogica apreciable, después de voltear a grandes rivales que se le cruzaron en el camino y que antaño, jamás pudo vencerlos. Es el caso de Sao Paulo y Vasco Da Gama, a los que apeó con sobriedad y contundencia.
La campaña del once de Jorge Sampaoli, obliga a un profundo respeto. Es un equipo aguerrido, que se asienta en las manos seguras de Jhonny Herrera, respaldadas por la estrictez y dureza en la marca, de una zaga férrea que apuntalan los González, Marcos y Oswaldo, aparte de la solidez que ofrecen José Rojas y Matías Rodrígiuez.
Los hilos en la mitad de la cancha, los maneja Marcelo Díaz, un hábil lanzador que está muy bien aprovechado por el ‘loquito’ Sampaoli, que le da gusto entregándole la franja más importante de la cancha, para que el talentoso mediocampista despliegue todo el cofre de virtudes que posee. Los restantes volantes – Charles Aránguiz, Eugenio Mena y Francisco Castro – hacen el ‘ida y vuelta’ y la complementación perfecta del pressing asfixiante, que aplica toda la plantilla, desde el punto de arranque de la salida rival. La ofensiva chilena es mortífera. Eduardo Vargas y Gustavo Canales son dos aviones que desbordan, hacen diagonales y meten goles a granel. En síntesis, la ‘U’ chilena es un equipo equilibrado, peligroso y muy bien mecanizado. No tiene problemas físicos y los pulmones y las piernas de sus hombres, están intactos.
El panorama en Liga es totalmente diferente. No juega el ‘Pato’ Urrutia y Diego Armando Calderón, seguramente se quedará fuera del partido por una molestosa distensión en un muslo. Miller tampoco jugará, por su lacerante irresponsabilidad al desaparecerse de las prácticas, varios días de la semana anterior. El ‘Patón’ tiene problemas para armonizar el once titular. Ya puede contar con ‘Chucho’ Bolaños y Ulises de la Cruz, pero está visto que ninguno de los dos serán titulares. El rosarino está dispuesto a tomar un enome riesgo. Pondrá a Claudio Bieler en compañía del ‘Pirata’ Hernán Barcos en la vanguardia, debilitando de alguna manera la mitad de la cancha. Pero no le queda otro camino. Tendrá que elevar plegarias para que los estragos físicos no pasen factura. De ahí, si su equipo entra en vena, y está en una de las tantas noches prodigiosas, tiene fútbol, clase internacional y experiencia, virtudes que resultan decisivas para desequilibrar una final. Ojalá gocemos de un partidazo. El marco será impresionante.

Raúl Cruz Molina

Por sfeijoo

4 comentarios en «Una final bravísima»
  1. » ante la hambrienta ‘U’ de Chile, que cual ‘perro de presa» , sin dudas esta frase representa muy bien la actualidad de la U , un equipo que en toda su historia a tenido una miztica inigualable , con la hinchada mas leal y grande del mundo que a llenado las tribunas de visitantes de todos los estadios de sudamerica ,en donde hay hinchas que llevan una semana acampando en las afueras del estadio nacional para adquirir un boleto para la final de vuelta.
    Esto no es boca ,no es river , no es flamengo y no es liga , esto es una familia ,un equipo de futbol que es grande por su historia y en especial es grande por su gente . AGUANTE LA U MIERDA.

  2. La U. de Chile, tiene muchos jugadores que militaron en la altura de Calama jugando por el Cobreloa, además a los chilenos no les afecta el tema altura, tiene un juego colectivo superior que Liga, sinceramente este 2011 la Copa Sudamericana se queda en Chile

  3. Como publicaron los mismos ecuatorianos… «No todas las ‘U’ son iguales»… si, eso quedó claro en el partido.

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