Responden a carreras brillantes. Como jugadores, el hándicap favorece a Jorge Luis Burruchaga.
Un futbolero de verdad, no puede olvidar esa imagen memorable del ‘Burru’, patinando de rodillas en el césped del mítico estadio Azteca de México, tras una corrida infernal para meter en la red un envío milimétrico de Diego Armando Maradona.
Fue una jugada cargada de drama y tensión. Todavía me parece sentir el tranco imparable del tanque germano Hans Peter Briegel, respìrándole en la nuca a Burruchaga, que con tiro bajo depositó la pelota en la red, proclamando a la selección de Carlos Salvador Bilardo, como campeona del mundo.
El ‘Patón’ Bauza tiene un perfil menos trascendente como jugador, porque definir un mundial, como lo hizo Burruchaga, siempre ofrece un plus. Pero, Edgardo tiene lo suyo. Es el tercer defensor más goledor en la historia del fútbol argentino. Logro sobresaliente, si analizamos que ese ránking está liderado por Daniel Alberto Passarella, un insigne cabeceador y ejecutor de tiros libres, que hizo época con la blusa de River y la capitanía de la selección argentina. Fue el primer jugador gaucho en levantar una Copa del Mundo para la albiceleste en 1978.
Como técnicos, la moneda se voltea en favor del estratega de la ‘U’. También es imborrable su imagen estremecedora, cubriéndose el rostro con las manos, llorando a mares de alegría, después que la atajada de José Francisco Cevallos determinara la conquista de la Copa LIbertadores de América en el mismísmo Maracaná.
El choque de esta noche por la Copa Sudamericana entre Liga y Libertad tiene alto voltaje. No es común, obervar duelos de semejante magnitud. Dos personajes del fútbol pulsearán por la victoria y por ofrecer espectáculo.
