26 sep (EFE).- El CSKA Moscú recibe mañana, martes, al nuevo Inter de Milán entrenado por Claudio Ranieri y que tiene la necesidad de sumar sus primeros puntos en el torneo tras su derrota en la primera jornada ante el Trabzonspor turco.
El conjunto ruso se enfrenta al Inter con la intención de vengarse del equipo que le apartó de las semifinales de la Liga de Campeones hace dos temporadas cuando los italianos eran dirigidos por el portugués José Mourinho.
Además, el equipo ruso quiere hacer bueno el sufrido empate logrado en la primera jornada en casa del Lille (2-2) y, de paso, acentuar la crisis en la que se encuentra sumido el Inter.
El caso es que el CSKA se encuentra también sumido en un bache de juego y resultados que coincidió con la grave lesión de su portero titular, Ígor Akinféev, y del centrocampista japonés Honda, un prodigio a balón parado.
Desde entonces, el equipo del Ejército ruso ha perdido el liderato de la liga rusa en favor del Zenit y la fe de sus aficionados de que pueda llegar lejos en la Liga de Campeones.
No obstante, el CSKA no se rinde y con el refuerzo del portero internacional Gabúlov, que salvó al equipo de una clara derrota en Lille, espera recuperar la senda del triunfo.
Para ello, confía en la buena racha de su delantero centro, el marfileño Doumbia, que marcó los dos goles en feudo francés, y en la recuperación del joven talento Alán Dzagóev, que se parece cada vez más al que deslumbró al fútbol ruso hace dos temporadas.
Ambos marcaron en la victoria del CSKA sobre el Volga (3-1), que ha permitido a los moscovitas ascender a la segunda posición, aprovechando la derrota del Dinamo, y colocarse a dos puntos del líder.
El nuevo técnico del Inter, Claudio Ranieri, se estrenó en el banquillo con una victoria por 3-0 sobre el Bolonia que ha dado confianza a una plantilla que con Gian Piero Gasperini no conocía aún lo que era ganar, por lo que un triunfo en Europa significaría el renacer del equipo en todos los frentes.
Ranieri no lo tendrá fácil, pues tendrá que afrontar el partido en Moscú con la baja importante del holandés Wesley Sneijder, que se suma a la larga lista de lesionados.
A Moscú no han podido viajar Thiago Motta, Maicon, Ivan Córdoba y Dejan Stankovic, y aunque Obi ha viajado con el equipo será difícil que esté en el once inicial.
Además, tampoco podrá contar con el uruguayo Diego Forlán, disponible solo a partir de la próxima ronda, aunque su sustituto el argentino Diego Milito está demostrando que está en forma.
Aunque Ranieri ya ha dado aire nuevo al equipo, por el momento las bajas no le dan posibilidad de realizar demasiados cambios, así que contra los rusos se prevé que Coutinho juegue de mediapunta detrás de Gianpaolo Pazzini y Diego Milito, a quien podría sustituir su compatriota Mauro Zárate.
Pazzini-Milito es la pareja de ataque que todos esperaban, pero que no convencía a Gasperini.
«Milito y Pazzini. Sabíamos todos que eran fuertes. Sobre todo sabíamos que Milito estaba bien desde el punto de vista de la forma», corroboró así el presidente del Inter, Massimo Moratti, la elección de Ranieri.
En defensa, el nuevo técnico también lo tiene claro, pues abandonará el esquema 3-4-1-2 que tantos disgustos dio a su predecesor para colocar cuatro hombres en la retaguardia.
El argentino Walter Samuel podría dejar su puesto a Andrea Ranocchia junto con los «intocables» Javier Zanetti y Esteban Cambiasso y el brasileño Lucio.
Alineaciones probables:
CSKA: Gabúlov; Nababkin, Ignashévich, A. Berezutski, V. Berezutski; Oliseh, Aldonin, Mamáev, Dzagóev; Doumbia y Vágner Love.
Inter de Milán: Júlio César; Nagatomo, Lúcio, Ranocchia, Chivu; Coutinho, Zanetti, Cambiasso, Alvarez; Pazzini, Milito
Árbitro: Craig Thomson (SCO)
Estadio: Luzhniki