Vie. Nov 22nd, 2024

Marcelo, 38 años. Hasta hace poco tiempo, era un hombre muy dichoso y envidiado. Estaba felizmente casado y tenía una amante muy linda. A mi mujer le decía que dos días a la semana tenía que trabajar hasta tarde, mientras que a mi amante, le decía que no quería llegar temprano a la casa, porque mi mujer era una bruja. El mundo es muy pequeño y no hay espacio para esconder una mentira por mucho tiempo. Ambas se dieron cuenta de mi engaño y me dejaron solo. Mis hijas y mi esposa me mandaron de la casa y no me quieren ver. Pensé que mi amante me iba a consolar, pero este lío le hizo mucho daño y ahora me odia con toda su alma.

Mi querida Marcelo:

Entiende que no puedes jugar con los sentimientos de las personas. Aprende de esta experiencia y no vuelvas engañar a nadie. Eres el único culpable de lo que te pasó.

Tu amiga Conchita

Por adm